sábado, junio 15, 2013

 

FELIZ DÍA DEL PADRE




Mañana  celebraremos  a ese hombre que nos dio la vida y que nos da a diario todo su Amor. Pero, ¿qué pasa con las personas que no tienen papá? ¿Qué pasa con esos niños que en el hogar solo tienen a su madre, a una mujer que cumple ese otro rol reservado para el hombre?
Estamos hablando de las mapás. Esas mujeres que por distintas razones, se han quedado solas al cargo de su familia y de sus hijos, y han tenido que luchar día a día para sacar adelante esa responsabilidad tan grande.
Porque, en teoría la familia está formada por papá, mamá e hijos. Papá proveedor y mamá cuidadora. ¿No era así en la época de las cavernas, cuando los hombres se iban a cazar y conseguir alimento y las mujeres se quedaban en la cueva cuidando a los pequeños del fuego o de las fieras salvajes? Y, ¿no se supone que debería ser parecido en la actualidad? Pero, ¿lo es? El famoso patriarcado.
Es un hecho que a lo largo de la historia, desde la época de las cavernas hasta hoy, las mujeres han sufrido serias variaciones en cuanto al rol que deberían desempeñar en la familia nuclear y hasta en la sociedad.
Incluso en Latinoamérica, la mujer ha empezado a tener más presencia y a reivindicarse más como un ser igual al hombre, capaz de mantener un hogar y hacerle frente a los problemas sola. Un ejemplo claro es que en Chile ya haya habido una presidenta mujer que regresa por chingona y en Argentina otra aún más.
En la actualidad, y en casi cualquier parte del mundo, el papel del hombre proveedor y de la mujer receptora casi ha desaparecido. Los roles entre hombres y mujeres se han mezclado y fusionado, generando, creo yo, hasta confusiones en el plano de determinar qué responsabilidades le corresponden a cada uno, al hombre se le está olvidando eso de proveer.
Un estudio hecho por CEPAL (Comisión Económica para Latinoamérica) llamado “El papel de la familia en la protección social en América Latina”, nos da luces y cifras también sobre cuál es la situación actual de la mujer en función a su rol y desempeño en el hogar.
En primera instancia, el estudio resalta la evolución y el paso de familias clásicas, en las que el padre es el único proveedor, a familias de doble ingreso, en la que ambos cónyuges aportan y contribuyen en su desarrollo. Esto debido a que cada vez más, las mujeres se incorporan al mercado laboral con mayor facilidad y en ocasiones ganan el doble o el triple que sus parejas.
Es más, según las cifras recabadas para este estudio, el aumento de la participación laboral de la mujer en el hogar a pasado de 37% en 1999 a 47% en el 2002 y casi al 50% en el 2012 Esto quiere decir que en los últimos tiempos, es ya la mitad de las familias biparentales (con papá y mamá) de Latinoamérica, la mujer ha dejado ser la que se queda en casa, cuidando a los hijos y sale, al igual que el hombre, a conseguir el sustento para el hogar. Razón más que clara por el deterioro del núcleo familiar.
Una cifra muy importante, y que resalta claramente el estado de las familias latinoamericanas, es que, actualmente, más de un cuarto de las familias están encabezadas por mujeres. Es más, cuando se trata de hogares mono parentales, el 86% de éstos tienen como jefa del hogar a una mujer.
Es así que, a partir de toda esta revolución de los estándares de familias, ahora existen papás que también cumplen el rol de mamás, y mamás que también cumplen el rol de papás. Los altos índices de divorcio y el aumento de los embarazos juveniles no deseados, genera, cada vez más, la existencia de estos padres que deben cumplir una doble función, la diferencia es que los padres valen madre para ocupar el rol de Madres.
Según la psicóloga chilena Doctora Pilar Sordo: Se puede ser papá y mamá a la vez, pero no se pueden reemplazar los roles. Ella va a tener que integrar lo femenino y lo masculino dentro de sí misma, y de esa manera sí podrá ejecutar ambos roles, pero no reemplazará la persona ausente. Siempre hace falta un padre y siempre hace falta una madre. Si el papá está ausente, ojalá haya otros adultos significativos varones que ‘reemplacen’ la ausencia; puede ser un abuelo, tíos u otros adultos varones que muestren sus variables masculinos, parejas de la madre que se identifiquen como padres con los hijos de esta dando el amor ausente”.
Además, la doctora sugiere que cuando el niño empiece a preguntar por su padre, se le diga la verdad. Lo ideal es que la versión que él se cree de su progenitor no sea una aderezada con los rencores que puede tener la madre hacia él, madre que genera rencor u odio a los hijos por el padre ausente, genera engendros llenos de dolor y de rencor a la larga se revierten estos odios.
Y estando a un día de celebrar el Día del Padre, quiero felicitar a todas esas mujeres en el mundo en el universo de amor a los hijos, que deben cumplir doble rol en el hogar, el clásico proveer del hombre, y el amor y protección propia de la mujer.
Pregunte a una amiga, hija de una extraordinaria mujer con las que convivimos
¿Qué cosas crees, ahora que ya eres grande, fueron las más difíciles para tu mamá? ¿Qué es lo que más le costó hacer para criarte para educarte, formarte?
Creo que lo más difícil para ella fue crecer de un día para otro, dejar su juventud para ser un adulto y asumir la responsabilidad de sus hijos, y los costos de criar a un hijo fueron muchos: dinero, tiempo, dejar a los amigos, la vida social, los sueños y metas personales y profesionales  mi madre tuvo que estudiar en el trabajo, tener paciencia, mucha paciencia.
 ¿De qué manera tu mamá cubrió la necesidad de una figura paterna?
Creo que la figura paterna se cubrió en el sentido tradicional de ser la que trabajaba y proveía el sustento económico, además de ser protectora y maestra, todo en una. Pero claro, la figura paterna en sí, es irremplazable; mi abuelo fue quien ocupó ese lugar.
 ¿Qué de diferente crees que tiene tu mapá en comparación con las mamas clásicas?
Creo que mi madre es más fuerte y más sabía, ya que tuvo que jugar  dos roles. Pero también se hizo más dura. De hecho, en los casos de mamás jóvenes, ellas tienen que hacer muchos sacrificios por sus hijos y, siendo los procesos de aprendizaje más rápidos para ellas, se vuelven más duras, más fuertes. Ser mamá tan joven también trae como consecuencia muchos traspiés que se transmiten a los hijos, por ejemplo, perder la paciencia y castigarte, golpearte por lo más mínimo, discusiones y choques de opiniones, cosas que una mamá tradicional enfrentaría con más paciencia y preparación.
Si es que eres una mapá para tus hijos, siéntete orgullosa porque cumples realmente una tarea admirable; y si tienes una mapá, agradécele todo el esfuerzo que ha implicado criarte ella sola. Sea cual sea la situación, puedes aprovechar las celebraciones del Día del Padre para hacerle saber que ella lo ha sido para ti.
Felicidades a todas esas mujeres que se vuelven fuertes como los hombres y que manejan solas un hogar. ¡Feliz día del papá para ustedes!






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