miércoles, junio 08, 2011

 

JUAN DÍAZ DE LA TORRE


Maestra Elba Esther Gordillo, Presidenta de la XXXI Sesión Extraordinaria del Consejo Nacional de nuestro Sindicato.
Compañeros integrantes de la mesa de los debates.
Compañeras y Compañeros Concejales.
Son grandes y complejos los retos y desafíos que enfrenta el movimiento sindical en el mundo y de los que no somos la excepción.
Fundamentalmente aquellos que se derivan de la irrupción en el escenario, del modelo globalizador durante la segunda mitad del siglo XX.
La mundialización de la economía, que trajo consigo durante los últimos decenios, lo que parecen ya lugares comunes de nuestro vocabulario y de nuestras reflexiones.
A saber:
Los conceptos de Productividad, Competitividad, Eficiencia, Eficacia, Capital Humano y algunos otros que son ya los ejes que definen prácticamente todos los procesos de la producción y de las relaciones entre los trabajadores y sus empleadores.
El vertiginoso desarrollo y aplicación de las nuevas tecnologías en todos los órdenes; pero fundamentalmente en las de la información, que al estar accesibles prácticamente para todos:
Modificaron de raíz los mecanismos de la comunicación entre nosotros
Cambiaron las formas de acceder a los saberes
Se crearon nuevas variantes en la conformación de la opinión pública
Se modificaron los procesos por los que hoy se construyen las nuevas corrientes de opinión
Los liderazgos sociales cada vez pasan menos por el espacio que alguna vez fue privilegiado de los viejos esquemas sustentados en el mecanismo de la prebenda, el favoritismo y el control sobre la gestión y administración de las demandas de los trabajadores
Por otro lado, la debilidad de los Estados nacionales y los gobiernos de prácticamente todas las tendencias y colores partidistas, para anticipar estos fenómenos y gestionar una agenda pública que logre atemperar sus impactos en los sectores sociales más desprotegidos, aquellos que no cuentan con los elementos mínimos para identificar, aprovechar o resistir sus consecuencias.
Para decirlo de otra manera;
La fragilidad del entramado institucional frente a las normas y formas que hoy impone el mercado.
En otros casos, la falta de voluntad y de compromiso de quienes acceden a los espacios de dirección o de gobierno, para imaginar y crear los instrumentos de orden institucional en la Salud, en la Seguridad, en el Empleo, en la Educación, que permitan a millones de ciudadanos insertarse en el esquema, en condiciones mínimas de certeza desde donde puedan potenciar su esfuerzo hacia mejores condiciones de vida y de movilidad social.
Es decir, acceder a los beneficios del modelo que los tiene y muchos, pero que están siendo concentrados por minorías privilegiadas.
Enfrentamos:
El embate contra el sindicalismo por parte del Corporativo Económico/Industrial y sus voceros, señalándonos no sólo como el obstáculo para extender sin contrapeso a un sistema que niega o cuando menos quiere ver de soslayo los principios básicos de la convivencia entre los seres humanos y que es el sustento que da vida a nuestras organizaciones:
El principio solidario.
Sino que además, con los grandes recursos que tienen a su alcance, nos culpan ahora, irresponsablemente, del deterioro social y del fracaso de las políticas públicas derivadas de este esquema.
Y en el extremo de la intolerancia, la idea de conculcar a los trabajadores organizados, el derecho que tenemos como ciudadanos de participar en la política y la definición de la agenda pública.
Permítanme por favor, repetir solo dos preguntas que otros han hecho públicas recientemente:
¿En dónde están los Bancos que los trabajadores han quebrado?
¿Cuál es la crisis por la especulación financiera que propiciaron los trabajadores?
Es exactamente lo contrario:
Con ambiciones desmedidas, han dilapidado y fracturado el Capital Social que construimos todos, durante el penoso ascenso de nuestra sociedad en busca de mejores condiciones de vida.
Sumado a lo anterior, está el aislamiento, la dispersión y la ausencia de una estrategia mundial por parte de los trabajadores y sus organizaciones para dar respuesta puntual a tales embates.
Tenemos frente a nosotros:
Las nuevas formas en la organización del trabajo.
La disminución sistemática en el mundo del número de trabajadores sindicalizados.
La precarización del trabajo. En la que las certezas de un empleo permanente son cada vez más bajas.
Los porcentajes cada vez más altos del trabajo deslocalizado, que impiden a los trabajadores negociar organizadamente sus demandas y aspiraciones y que en muchos casos, no es posible siquiera, conocer el espacio físico donde se cubre la jornada laboral diaria.
Nuestro país no es la excepción y en nuestra agenda del cada día también encontramos a quienes propagan y multiplican afirmaciones sin sustento, algunos de mala fe, otros por ignorancia y algunos más, porque viven de eso.
Ante esto, se hace necesario renovar el compromiso que históricamente los trabajadores de la educación hemos tenido y tener claridad de miras en lo que hoy nos toca realizar para vincular nuestras tareas de corto, mediano y largo plazo con las acciones que en el pasado hemos desarrollado.
Desde el viejo poema pedagógico de la Escuela Rural mexicana; pasando por el gran acuerdo de 1943 con la unificación de las diversas organizaciones de trabajadores de la educación que entonces existían, posibilitando con ello, el nacimiento de nuestro sindicato, en un momento en el que el país requería de sus maestros para consolidar las instituciones apenas en ciernes; hasta:
Las múltiples acciones y propuestas que desde 1989 venimos realizando y proponiendo como Sindicato en nuestro compromiso con la construcción de un estado democrático, participando en la operación del tejido político de México y nutrirlo de contenido desde el privilegiado espacio de la educación.
Hemos impulsado con visión desde la crisis de 1989, acciones que superaron el inmovilismo;
Afirmamos ante los gobiernos y la sociedad nuestro derecho a ser partícipes en el rumbo de la educación.
Visualizamos con oportunidad el reto que las transformaciones globales trajo consigo, y cuando sólo se hablaba de la cobertura como el indicador básico de nuestro sistema educativo.
Asumimos a la calidad como objetivo prioritario;
Frente a los diferentes niveles de desarrollo social, económico y político de las entidades del país, asumimos también como país a la equidad y la pertinencia como imperativos básicos.
¿Qué acciones y propuestas hemos impulsado desde entonces?
La reforma estructural y política del SNTE.
En 1989 los10 Diálogos Nacionales y la Movilización para la Modernización del Sistema Educativo.
En 1992 firmamos el Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica, haciendo énfasis en la revisión y actualización de Planes, Programas, Contenidos y Materiales Educativos y en la Revaloración de la Función Social de los Docentes.
Impulsamos en ese Acuerdo para su incorporación a la Ley General de Educación:
La rectoría del Estado en educación.
El carácter nacional de la educación, (tema que por cierto requiere hoy día, una reflexión profunda sobre los riesgos de la balcanización de nuestro sistema educativo).
La obligatoriedad de la Educación Secundaria.
El programa Nacional de Carrera Magisterial que puso desde entonces en el centro de nuestras acciones, el reto de mejorar el desempeño de nuestra tarea cotidiana.
La obligatoriedad de los Consejos Escolares de Participación Social en la Educación.
El Calendario Escolar de 200 días.
Los Gobiernos Estatales con voz en materia educativa.
El gran debate sobre los libros de texto de Historia. Reivindicando el valor de la Historia en la formación de los ciudadanos. Garantizando además, la orientación de sus contenidos con apego al Artículo 3º Constitucional.
La creación de la Fundación para la Cultura del Maestro en 1991.
La creación del Instituto de Estudios Educativos y Sindicales de América.
A partir de 1992, la realización de los Congresos Nacionales de Educación, que lograron entre otros temas: Establecer en la Ley que se destine cuando menos el 8% del PIB a educación y la obligatoriedad de la Educación Preescolar.
En 2002, la firma del Compromiso Social por la Calidad de la Educación del que se derivó en su momento, la creación del Instituto Nacional de Evaluación Educativa.
Desde 2003, los Encuentros Nacionales de Padres de Familia y Maestros, de los que surgen las comunidades de aprendizaje para vincular a la escuela, la familia y la comunidad;
El programa Guía de Padres;
Y; el impulso a la Ley General de los Derechos Lingüísticos de los pueblos indígenas.
En 2008, la Alianza por la Calidad de la Educación.
Apenas durante el pasado mes de mayo, el Acuerdo para la Reforma a los Lineamientos del Programa de Carrera Magisterial.
La Evaluación Universal como necesidad de obtener un diagnóstico formativo que genere estrategias pertinentes y oportunas para las mejores competencias profesionales.
La propuesta para dotar al INEE de Autonomía para la evaluación del sistema educativo.
Ahí están los hechos para quien quiera realizar un análisis objetivo y serio de lo que hemos realizado, encontrando ahí mismo, la respuesta a la pregunta sobre al lado de quien ha estado el SNTE.
Al lado de la sociedad, de nuestros alumnos y de las comunidades.
Compañeros Concejales:
Desde este contexto, es desde donde debemos tomar una decisión:
¿Cuál es el lugar que queremos ocupar cada uno de nosotros en el futuro que ya empezó y que requiere de nuestro concurso, para el desarrollo y ejecución de las acciones que permitan alcanzar los objetivos institucionales de nuestra organización?
¿Cómo dirigentes, tenemos claro la dimensión del reto que hoy enfrentamos?
Por lo que respecta a quienes hoy hemos sido distinguidos como integrantes del Comité Ejecutivo Nacional y de los Órganos de Gobierno permanentes del SNTE, ofrecemos, trabajar al límite de nuestras capacidades para tomar con dignidad la estafeta que hoy se nos entrega.
En este momento, es oportuno y propicio para dar al Profr. Rafael Ochoa Guzmán, nuestro reconocimiento a su esfuerzo, a su lealtad al SNTE, a los trabajadores y al liderazgo de la Maestra Elba Esther Gordillo durante el tiempo que le ha correspondido ocupar la Secretaría General Ejecutiva de nuestro Sindicato.
Estamos seguros de que desde su posición en la representación popular en el Senado de la República y desde la trinchera que ocupe sindicalmente, seguirá impulsando y defendiendo a su sindicato y a la educación pública de México.
Toca ahora vincular sistemáticamente los programas sindicales, educativos y profesionales del Comité Ejecutivo Nacional con los desarrollados por los Comités Ejecutivos Seccionales y Delegacionales con objetivos comunes y estrategias definidas, a partir del gran proyecto nacional de nuestro Sindicato.
Profundizar el programa que ya está en marcha para la activación y capacitación estratégica de los representantes de escuela, que nos garantice el que el sindicato reforzará su acercamiento y vinculación con nuestros compañeros en cada centro de trabajo y con la comunidad.
Compañeros todos:
Tenemos grandes retos.
Pero frente a todo esto.
Tenemos Sindicato y claridad en lo que hay que hacer.
Tenemos una historia de lucha;
Tenemos proyecto y; fundamentalmente;
Tenemos la fortuna de tener lo que muchos no tienen.
Tenemos un liderazgo.
Un liderazgo sólido, valiente, con visión de futuro, que tiene acreditado en los hechos su capacidad en el diseño de las estrategias que no solo dan viabilidad a nuestro sindicato en su consolidación democrática, plural, tolerante y de respeto a nuestras diferencias ideológicas y partidistas.
Sino en su vigencia como instrumento para que los trabajadores de la educación tengamos un fortalecimiento creciente en nuestras reivindicaciones salariales, profesionales, laborales y asistenciales.
Un liderazgo que posiciona permanentemente al SNTE en la defensa de la Escuela Pública, Laica, Gratuita, Popular y de Calidad.
Un liderazgo que se pone al frente en la construcción de las grandes iniciativas nacionales que favorezcan la estabilidad social y una mejor calidad de vida para los mexicanos.
Un liderazgo que ha antepuesto a todo, el interés supremo de México;
El interés de la organización sindical;
Que para orgullo de los trabajadores de la educación, es no solo una extraordinaria dirigente, sino que ha logrado ser ya, un referente obligado en la conformación de la agenda educativa, social; gremial y política de nuestro país.
Ese es nuestro activo fundamental. El liderazgo único e indiscutible de nuestra Presidenta:
¡La Maestra Elba Esther Gordillo!
Este liderazgo compañeros, sin duda alguna, lo requerimos para seguir caminando con certeza y con imaginación;
Señalándonos el rumbo y las tareas que cada uno debamos realizar.
Al observar el camino que hemos recorrido, podemos ver con objetividad y con satisfacción la consolidación y validez de un proyecto sindical;
Algo que lamentablemente otras organizaciones que ya no están en la geografía política o ya no entran en el mapa político de la toma de decisiones del país, no han podido defender.
Nuestros dos grandes ejes de lucha siguen vigentes:
La defensa y fortalecimiento de la educación pública de calidad con equidad para todos y;
La defensa de las legítimas aspiraciones, intereses y conquistas de los trabajadores de la educación.
Esa es la riqueza de la escuela sindical que ha cimentado y desarrollado nuestro sindicato bajo el liderazgo de la Maestra Elba Esther Gordillo.
Esto es lo que ha marcado la diferencia:
Tener causas;
Tener rumbo;
Tener liderazgo.
Igualmente, sigue vigente por su eficacia la estrategia de los cambios rápidos y audaces;
Con capacidad de análisis para entender la lógica de su desenvolvimiento y;
La decisión de lucha para encabezarlos, reencauzarlos, reorientarlos o anularlos si no corresponden a las necesidades y proyectos de la sociedad mexicana de este siglo.
Las tareas son claras, el rumbo está definido, asumamos cada uno nuestra responsabilidad y trabajemos con profesionalismo, lealtad y sentido de equipo por un sindicato cada vez más comprometido con las causas de la sociedad y de su aspiración de un país mejor.



¡VIVA EL SNTE!





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