sábado, noviembre 10, 2007

 

EL DENGUE UNA EPIDEMIA

Mario Gálvez Narro
¿A qué obedece que se estén ocultando las cifras reales del dengue en La Laguna? Las autoridades médicas deben responder esta pregunta. Se puede decir que estamos ante una verdadera epidemia. No son unos cuantos cientos de casos, como sostienen las autoridades, se trata de miles de casos confirmados pero no reconocidos en las estadísticas oficiales. Cualquier persona puede enlistar a familiares, amigos o conocidos que padecen dengue o han estado enfermos de dengue. La Laguna dejó ya de ser una región en la que este padecimiento se consideraba ocasional o raro entre la población, ya que hasta hace algunos años se le consideraba propia de las zonas tropicales, para ser ahora una región con una muy alta incidencia.Es evidente que las medidas preventivas fallaron, si es que existieron. Y la situación presente es más criticable aún si se toma en cuenta que las acciones de combate al mosquito transmisor, del género Aedes Aegypti, son baratas y de fácil aplicación. Las acciones oficiales no han estado a la altura de la situación, y tan es así que el número de enfermos lo demuestra.Los costos del dengue en la economía regional sin duda ascienden a varios millones de pesos, ya que se trata de un padecimiento que si bien no es grave, al menos en el tipo clásico, deja a los afectados sin poder realizar actividades durante varios días, de 10 a 15 según la severidad del cuadro.Las autoridades sanitarias han dejado en la población las medidas preventivas y el combate al mosquito, y por si fuera poco sus recomendaciones no han merecido campañas publicitarias para advertir a la sociedad sobre el qué hacer para no ser picado, para identificar la enfermedad y para sobrellevarla. En cualquier campaña informativa del municipio o del Estado, sobre el cambio de ruta de autobuses en la calle Múzquiz, sobre el Nudo Mixteco o el DVR, por ejemplo, se han erogado muchos más recursos que en prevenir la enfermedad e informar a la comunidad. Vaya, la entrada en vigor del nuevo reglamento del tránsito, ha involucrado más recursos y más personal del municipio -incluyendo al propio alcalde José Angel Pérez en el reparto del documento- que la difusión de acciones de prevención entre la sociedad. Incluso, parece que para el gobierno municipal la enfermedad o no existe o sólo corresponde atacarla a las autoridades estatales, pues las acciones del ayuntamiento brillan por su ausencia.Por eso mismo hay un gran desconocimiento de la población sobre la enfermedad. Hay cientos o miles de espectaculares de los municipios y del gobierno estatal promoviendo al alcalde en turno o al gobernador, pero ni uno solo alertando a la comunidad sobre los cuidados que debe tomar para evitar el padecimiento. No obstante, de acuerdo a la literatura médica los signos del dengue clásico son:aparición brusca de fiebre alta; fuertes dolores de cabeza, sobre todo en la parte frontal; dolor en la parte trasera de los ojos, que se exacerba con los movimientos oculares; pérdida del sentido del gusto y del apetito; erupción tipo sarampionoso en el pecho y en los miembros inferiores, y náuseas y vómitos. Cabe señalar que los mosquitos pican en las primeras horas de la mañana y al final de la tarde.La literatura recomienda que "Cuando estalla un brote epidémico de dengue en una colectividad o un municipio, es necesario recurrir al empleo de insecticidas por nebulización o por rociamiento de volúmenes mínimos del producto. De este modo se reduce el número de mosquitos adultos del dengue frenando la propagación de la epidemia. Durante los rociamientos, los miembros de la comunidad deben cooperar dejando abierta las puertas y ventanas a fin de que el insecticida entre en las casas y maten a los mosquitos que se posan en su interior".Sin embargo, la indolencia y la irresponsabilidad oficial han sido determinantes en el actual brote epidémico.





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