jueves, mayo 17, 2007

 

MENSAJE DEL PROFESOR GERARDO ALBA CASTILLO EN LA EXPOCENTER

Mensaje del Profr. Gerardo Alba Castillo, Secretario General de la Sección 35 del SNTE, en el Día del Maestro.
13 de mayo de 2007, Expocenter, Torreón, Coah.
“Seamos visionarios: la educación garantiza futuro, riqueza legítima, cultura, sustentabilidad, convivencia y paz.
El SNTE lo ha dicho: educar es el camino.
Sólo la educación produce resultados a corto, mediano y largo plazo: soluciones de fondo, estructurales, integrales, de bienestar y desarrollo.
Nuestro país y Coahuila serán grandes en proporción a lo que inviertan en educación.”
Profr. Gerardo Alba Castillo
Secretario General de la Sección 35 del SNTE
Sin duda, un excelente escenario para rendir homenaje al magisterio regional en su día, y en especial a nuestros maestros que hoy celebran 30 y 40 años de servicio.
DISTINGUIDOS HOMENAJEADOS:
A nombre de nuestra Sección 35; de la presidenta nacional, maestra ELBA ESTHER GORDILLO MORALES, así como de nuestro Secretario General Ejecutivo, el PROFR. RAFAEL OCHOA GUZMÁN, reciban una felicitación sincera y mi aprecio por su entrega a la más sublime de las causas: la educación, que es la tarea en la que todos debemos sumar y multiplicar esfuerzos, pues constituye una herramienta fundamental para construir un mejor porvenir.
HONORABLES AUTORIDADES:
APRECIABLES INVITADOS A ESTA CELEBRACIÓN:
En Coahuila, los maestros hemos enseñado a leer y a escribir a 2 millones 150 mil coahuilenses; la escuela ha sido la base para el trabajo de 1 millón 800 mil obreros, mineros y diversos profesionistas; tan sólo en este año, los maestros estamos atendiendo a 900 mil alumnos.
Esta es la magnitud de la labor educativa tan sólo en nuestro Estado: esta es la importancia del maestro para la sociedad.
Podemos afirmar, sin soberbia, que por la escuela pasa la Patria entera, que en las aulas se forja el progreso estatal; que en las guarderías y en los jardines de niños da comienzo el bienestar de nuestra sociedad.
Es la escuela la industria de industrias: factoría limpia que cantea lo más valioso: el ser humano.
La visión del Gobierno de la Gente es convertir a Coahuila en el mejor estado del país, en el más competitivo, y construir una sociedad con justicia social para todos.
Los coahuilenses reconocemos el esfuerzo que se realiza para generar oportunidades, crecer económicamente, atraer capitales, propiciar empleos permanentes y bien remunerados, mejorar la infraestructura, fortalecer la ley y la seguridad pública, garantizar a las familias y a la sociedad su integridad física y su patrimonio.
Valoramos el tenaz esfuerzo que se está haciendo para que a nadie le falte agua potable, drenaje, pavimentación y electrificación, y para que se eleve la calidad de vida de las familias, especialmente la de los campesinos, discapacitados, adultos mayores y niños.
El compromiso es claro y firme: favorecer a todos los coahuilenses, centrando esfuerzos en los más pobres, y este principio se esta cumpliendo a cabalidad.
Los maestros compartimos a plenitud este proyecto y colaboramos cada día con nuestro trabajo a que esto se convierta en realidad.

La globalización ya está aquí, y esto nos obliga a todos a ser más eficientes. Ha llegado la tercera revolución industrial, la de las tecnologías digitales y la telemática, con todas sus virtudes, pero también con sus problemas de exclusión, violencia, desigual distribución de recursos, amenazas al bienestar y a la estabilidad.
Por fortuna, Coahuila está preparado: tiene proyecto y un gobernador que ha puesto en el centro al ser humano.
Sin embargo, nos damos cuenta de que esta política al servicio de los más necesitados, no es fácil de aplicarse y se topa con intereses estrechos de personas que se enriquecen en Coahuila, pero poco les interesa el sufrimiento y el destino de los coahuilenses en desgracia; personas que carecen de compromiso social y a quienes no les vendría mal un curso de humanismo, o una buena llamada de atención ciudadana a su falta de solidaridad a las acciones de gobierno a favor de las familias afectadas.
Los maestros tenemos la profesión más hermosa de la Tierra, pero también la más compleja: la que siembra ideales, enciende esperanzas y construye futuro; la que enseña a liberarse, autoedificarse, defender el derecho a la vida y a convivir asertivamente; la que enseña a jugar limpio, amar al estudio, el trabajo y la Patria; la que antepone los intereses generales por encima del egoísmo, el metalismo y todos los “ismos” que nos dividen en pobres y ricos y que enfrentan a hermanos contra hermanos.
Educar es un esfuerzo sostenido que produce cambios imperecederos y altamente productivos, tanto en lo personal, como en lo social y lo económico.
Los maestros somos humanistas por vocación. Tenemos una profunda fe en el hombre, en su poder creador y transformador de la realidad. Como docentes, practicamos una educación centrada en el crecimiento de la persona; pero, como ciudadanos, pretendemos la humanización de las estructuras sociales y de las condiciones de vida de las mayorías. Queremos una sociedad más justa, humana y equitativa.
Los maestros aquí presentes pertenecemos, no únicamente al mayor sindicato de México y de América, formamos parte del sindicato que ha demostrado suficiencia y calidad en su responsabilidad educativa; capacidad para mantener su unidad interna en la adversidad y en la pluralidad; audacia y fortaleza para modernizarse; una organización que goza de unidad y confianza en su Base; visión y entereza en su dirigencia; un sindicato que practica el respeto hacia autoridades educativas y gubernamentales; y que ha conquistado autoridad moral, estima y colaboración ante gobernantes, alumnos, padres y sociedad.
El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación ha sido una fuerza protagonista en la defensa de la escuela pública.
Sirva como muestra, la vida ejemplar de nuestros homenajeados de este día, de estos maestros y sindicalistas de treinta y cuarenta años de servicio; una vida entregada generosamente para llevar de la mano a los niños y jóvenes laguneros, y conducirlos hasta transformarlos en profesionales, y en hombres y mujeres útiles a su sociedad.
Es inegable la importancia económica, política, social y cultural de la educación. Es necesario darle -sin afán de privilegios- un trato estratégico equivalente, no menor al que se le otorga a obras, carreteras y puentes.
La justa valoración del desempeño docente, transita necesariamente por el salario y sus prestaciones. Las percepciones simbolizan un acto de justicia social hacia nuestra profesión.
En este tiempo, nuestra representación nacional se encuentra en el centro de la República negociando el aumento al salario con el gobierno federal. Aquí, en nuestra entidad, nos corresponde -al gobierno que usted dignamente encabeza y a las tres secciones sindicales- definir las prestaciones 2007-2008.
Este es el mejor momento para resarcir parte del rezago económico y social que viene sufriendo el magisterio, refrendar la importancia que su administración le concede a la educación de Coahuila y patentizar el aprecio social a la labor docente.
El magisterio espera la mejor de las respuestas.
Muchas gracias.







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