miércoles, marzo 07, 2007

 

DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER

Introducción
El Día Internacional de la Mujer (8 de marzo) es una fecha que celebran los grupos femeninos en todo el mundo. Esa fecha se conmemora también en las Naciones Unidas y es fiesta nacional en muchos países. Cuando las mujeres de todos los continentes, a menudo separadas por fronteras nacionales y diferencias étnicas, lingüísticas, culturales, económicas y políticas, se unen para celebrar su Día, pueden contemplar una tradición de no menos de 90 años de lucha en pro de la igualdad, la justicia, la paz y el desarrollo.El Día Internacional de la Mujer se refiere a las mujeres corrientes como artífices de la historia y hunde sus raíces en la lucha plurisecular de la mujer por participar en la sociedad en pie de igualdad con el hombre. En la antigua Grecia, Lisístrata empezó una huelga sexual contra los hombres para poner fin a la guerra; en la Revolución Francesa, las parisienses que pedían "libertad, igualdad y fraternidad" marcharon hacia Versalles para exigir el sufragio femeninoLa idea de un día internacional de la mujer surgió al final del siglo XIX, que fue, en el mundo industrializado, un período de expansión y turbulencia, crecimiento fulgurante de la población e ideologías radicalesSe ofrece a continuación una breve cronología de los acontecimientos más destacados:
Historia
1909: De conformidad con una declaración del Partido Socialista de los Estados Unidos de América el día 28 de febrero se celebró en todos los Estados Unidos el primer Día Nacional de la Mujer, que éstas siguieron celebrando el último domingo de febrero hasta 1913.1910:: La Internacional Socialista, reunida en Copenhague, proclamó el Día de la Mujer, de carácter internacional como homenaje al movimiento en favor de los derechos de la mujer y para ayudar a conseguir el sufragio femenino universal. La propuesta fue aprobada unánimemente por la conferencia de más de 100 mujeres procedentes de 17 países, entre ellas las tres primeras mujeres elegidas para el parlamento finés. No se estableció una fecha fija para la celebración.1911: Como consecuencia de la decisión adoptada en Copenhague el año anterior, el Día Internacional de la Mujer se celebró por primera vez (el 19 de marzo) en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza, con mítines a los que asistieron más de 1 millón de mujeres y hombres. Además del derecho de voto y de ocupar cargos públicos, exigieron el derecho al trabajo, a la formación profesional y a la no discriminación laboral.Menos de una semana después, el 25 de marzo, más de 140 jóvenes trabajadoras, la mayoría inmigrantes italianas y judías, murieron en el trágico incendio de la fábrica Triangle en la ciudad de Nueva York. Este suceso tuvo grandes repercusiones en la legislación laboral de los Estados Unidos y en las celebraciones posteriores del Día Internacional de la Mujer se hizo referencia a las condiciones laborales que condujeron al desastre.1913-1914: En el marco de los movimientos en pro de la paz que surgieron en vísperas de la primera guerra mundial, las mujeres rusas celebraron su primer Día Internacional de la Mujer el último domingo de febrero de 1913. En el resto de Europa, las mujeres celebraron mítines en torno al 8 de marzo del año siguiente para protestar por la guerra o para solidarizarse con las demás mujeres.1917: Como reacción ante los 2 millones de soldados rusos muertos en la guerra, las mujeres rusas escogieron de nuevo el último domingo de febrero para declararse en huelga en demanda de "pan y paz". Los dirigentes políticos criticaron la oportunidad de la huelga, pero las mujeres la hicieron de todos modos. El resto es historia: cuatro días después el Zar se vio obligado a abdicar y el gobierno provisional concedió a las mujeres el derecho de voto. Ese histórico domingo fue el 23 de febrero, según el calendario juliano utilizado entonces en Rusia,o el 8 de marzo, según el calendario gregoriano utilizado en otros países.Desde esos primeros años, el Día Internacional de la Mujer ha adquirido una nueva dimensión mundial para las mujeres de los países desarrollados y en desarrollo. El creciente movimiento internacional de la mujer, reforzado por las Naciones Unidas mediante cuatro conferencias mundiales sobre la mujer, ha contribuido a que la conmemoración sea un punto de convergencia de las actividades coordinadas en favor de los derechos de la mujer y su participación en la vida política y económica. El Día Internacional de la Mujer es cada vez más una ocasión para reflexionar sobre los avances conseguidos, exigir cambios y celebrar los actos de valor y decisión de mujeres comunes que han desempeñado una función extraordinaria en la historia de los derechos de la mujer.


La función de las Naciones Unidas
Pocas causas promovidas por las Naciones Unidas han concitado un apoyo más intenso y extendido que la campaña para fomentar y proteger la igualdad de derechos de la mujer. La Carta de las Naciones Unidas, firmada en San Francisco en 1945, fue el primer acuerdo internacional que proclamó que la igualdad de los sexos era un derecho humano fundamental. Desde entonces, la Organización ha contribuido a crear un legado histórico de estrategias, normas, programas y objetivos concertados internacionalmente para mejorar la condición de la mujer en todo el mundo.En todos estos años las Naciones Unidas han actuado en cuatro direcciones concretas para mejorar la condición de la mujer: fomento de las medidas legales; movilización de la opinión pública y medidas internacionales; capacitación e investigación, incluida la reunión de datos estadísticos desglosados por sexo; y ayuda directa a los grupos desfavorecidos. Actualmente, uno de los principios rectores esenciales de la labor de las Naciones Unidas es que no puede hallarse una solución duradera a los problemas sociales, económicos y políticos más acuciantes de la sociedad sin la cabal participación y plena habilitación de las mujeres del mundo.

Respecto al Día Internacional de la Mujer, ésta es la información que tiene publicada las Naciones Unidas:
A lo largo de los siglos, las mujeres han luchado intensamente, desde diferentes ámbitos, por la igualdad, la justicia, la paz y el desarrollo. El Día Internacional de la Mujer es un reconocimiento a esos esfuerzos, muchas veces ignorados.
En 1910 La Internacional Socialista, reunida en Copenhague, proclamó el Día de la Mujer, de carácter internacional como homenaje al movimiento en favor de los derechos de la mujer y para ayudar a conseguir el sufragio femenino universal. La propuesta fue aprobada unánimemente por la conferencia de más de 100 mujeres procedentes de 17 países, entre ellas las tres primeras mujeres elegidas para el parlamento finés. No se estableció una fecha fija para la celebración.
Como consecuencia de la decisión adoptada en Copenhague en 1910, el Día Internacional de la Mujer se celebró por primera vez el 19 de marzo de 1911 en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza, con mítines a los que asistieron más de 1 millón de mujeres y hombres. Además del derecho de voto y de ocupar cargos públicos, exigieron el derecho al trabajo, a la formación profesional y a la no discriminación laboral.
El 25 de marzo de 1910, más de 140 jóvenes trabajadoras murieron en el trágico incendio de una fábrica en la ciudad de Nueva York. Se declararon en huelga en demanda de mejores salarios, reducción de la jornada laboral, abolición del trabajo infantil, derecho a unirse a los sindicatos, entre otros reclamos y los dueños de la fábrica las encerraron para que no pudieran unirse a la huelga. Fue entonces cuando se desató un incendio que acabó con su vida Este suceso tuvo grandes repercusiones en la legislación laboral de los Estados Unidos y en las celebraciones posteriores del Día Internacional de la Mujer se hizo referencia a las condiciones laborales que condujeron al desastre.
La Carta de las Naciones Unidas, firmada en San Francisco en 1945, fue el primer acuerdo internacional que proclamó que la igualdad de los sexos era un derecho humano fundamental. Desde entonces, la Organización ha contribuido a crear un legado histórico de estrategias, normas, programas y objetivos concertados internacionalmente para mejorar la condición de la mujer en todo el mundo.
En el análisis denominado “El índice de Desigualdad de género 2006: una nuevo marco para avanzar hacia la equidad” elaborado por Ricardo Hausmann de la Universidad de Harvard; Laura D. Tayson de la Escuela de Negocios de Londres y por Saadia Zahidi del Foro Económico Mundial, se señala que:
México figura en el lugar 75 de un total de 115 países que fueron evaluados en materia de equidad de género a propósito del Foro Económico Mundial. Según el reporte, el país está más atrasado en esa materia que naciones como Honduras, Kenya y Malasia.
En la participación económica y política, la mujer mexicana enfrenta los mayores rezagos, sobre todo, por la diferencia salarial y el escaso número de ellas que ocupan un lugar en el Congreso y en las secretarías de Estado.
Este reporte tiene el propósito de servir como base para que los países lo consideren en sus acciones a nivel global, regional y local, y puedan lograr progresos en equidad de género. Para elaborar este análisis, se consideraron 14 indicadores agrupados en cuatro rubros: participación económica y oportunidades, logros educativos, salud y supervivencia, y empoderamiento político.
Los primeros tres lugares son ocupados por Suecia, Noruega y Finlandia, pues en todos esos indicadores las mujeres compiten en igualdad de circunstancias que los hombres.
Este análisis se hizo en el contexto del Foro Económico Mundial porque los organizadores consideran que el tema de la equidad entre hombres y mujeres brinda herramientas para conocer el grado de desarrollo en un país, y porque la igualdad de oportunidades entre ambos sexos contribuye al crecimiento económico de las naciones.
En materia de participación económica y oportunidades, México se ubica hasta el lugar 98 de la lista mundial, ya que la fuerza laboral masculina constituye casi el doble que la de mujeres, y a ellas se les paga menos por desempeñar el mismo trabajo que ellos realizan.
En educación, el país se ubica en el sitio 45, porque el grado de alfabetización es mayor en hombres que en mujeres, y porque el número de varones que se inscriben en educación primaria y licenciatura es más elevado. Sin embargo, este análisis destaca que en la educación secundaria, México logró la equidad, pues el índice de matriculación entre mujeres y hombres es igual.
En cuanto al empoderamiento político, en el que se toma en cuenta la posición de la mujer en puestos de toma de decisiones, México se encuentra en el lugar 45 de la clasificación. Sin embargo, si sólo se considera su participación en las secretarías de Estado, nuestro país baja al sitio 76, porque su representación en esos puestos es escasa.
Según las investigaciones de Gina Zabludovsky en torno a las mujeres empresarias y ejecutivas, se encontró lo siguiente:
El notorio incremento de cantidad de mujeres en el mundo laboral y profesional no se ha reflejado en la misma proporción en los cargos de autoridad de las principales organizaciones políticas y económicas del país.
A pesar de que en los últimos 15 años el porcentaje de la participación femenina en los cargos más altos de los sectores público, privado y social, ha tenido un incremento de más del doble, hoy en día apenas alcanza un 16 %.
Hace poco más de 20 años, 17 por ciento de la población económicamente activa eran mujeres, quienes hoy conforman el 39 por ciento; asimismo, en 1995 había 153 mil 700 empresarias, y hoy suman alrededor de 300 mil.
En los últimos 10 años el número de mujeres empleadoras se ha duplicado. Sin embargo, de ellas, 85 por ciento pertenece a la microempresa; 11 por ciento, a la pequeña empresa; 3 por ciento, a la mediana, y tan solo 1 por ciento a la gran empresa.
La presencia de las mujeres en cargos de decisión más altos del sector privado es aún más reducida que la de sus homólogas en el gobierno.
En México las mujeres que ocupan los niveles superiores tienden a concentrarse en las organizaciones pequeñas con estructuras menos jerárquicas y con un nivel menor de segregación ocupacional, lo que les ha permitido desarrollar modelos gerenciales descentralizados que brindan mayores probabilidades de independencia y flexibilidad.
En nuestro país, el mayor porcentaje de mujeres en relación a los hombres se encuentra entre aquellos sectores que reciben menos de un salario mínimo y su participación disminuye notoriamente entre los que superan los diez salarios.
Durante la última década en México se ha producido un aumento del número de mujeres en los cargos de autoridad en las distintas instituciones del sector público y privado y en la sociedad en general.
A medida que se asciende en la pirámide organizacional de las empresas, la presencia de mujeres disminuye.
A pesar de que la presencia de las empresarias en México, se ha incrementado notablemente, a menudo no cuentan con los apoyos que les permita trascender el nivel de subsistencia y tienden a operar en condiciones precarias.
Las mujeres están aun escasamente representadas en los cargos de dirección y de representación donde se toman las principales decisiones de los poderes económicos y políticos en México.
Información generada por Lucero Saldaña y Sylvia Sánchez Alcántara de diversas fuentes:
En la actualidad, una quinta parte de las familias está dirigida por mujeres.
En el 2010 más de una de cada cuatro familias serán dirigidas por una mujer, o sea 6.7 millones.
En el 2005, la proporción de hogares con jefe hombre era de 77% y el de hogares con jefa mujer del 23%.
En el 2003, de las mujeres de 15 años o más con pareja residente en el hogar, el 46.6% sufren al menos un incidente de violencia.
De 1970 a la fecha, la participación de la mujer económicamente activa en nuestro país, ha aumentado aproximadamente de un 21% a un 39%.
Pese a que la población femenina representa el 39% de la población económicamente activa, todavía enfrenta graves problemas de discriminación y segregación laboral y salarial.
La población femenina sufre discriminación porque aun cuando alcanza la misma productividad que el hombre recibe trato y salarios distintos.
Una de cada 3 familias está encabezada por una mujer sola y en uno de cada 10 hogares la mujer es la proveedora única de ingresos económicos.
En nuestro país la mujer presenta un ingreso económico promedio 35% inferior al del hombre.
Una alta proporción de mujeres se desempeñan en categorías ocupacionales bajas debido, entre otras causas, a menor experiencia laboral, mecanismos discriminatorios propios del mercado y su nivel de educación.
Cada vez son más las mujeres que logran concluir una carrera profesional. De 1970 a la fecha, el porcentaje de egresadas de las universidades, ha tenido un incremento aproximado del 35%.
Según el último informe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), la igualdad de género beneficia a la mujer así como a los niños y es decisiva para el desarrollo de las familias.
A mediados del siglo XX por fin la mujer mexicana pudo obtener y ejercer su derecho a voto. En 1946 la Cámara de diputados aprobó la iniciativa enviada por el Presidente Miguel alemán para que las mujeres participaran en igualdad de condiciones que los hombres en las elecciones municipales, con el derecho a votar y ser elegidas. En 1947 por primera vez, en el Distrito Federal 2 mujeres son nombradas delegadas. En 1953 la mujer obtuvo el derecho al voto, bajo la presidencia de Adolfo Ruiz Cortines.
Las mujeres componemos más de la mitad de la población del mundo, realizamos casi las dos terceras partes de su trabajo, recibimos sólo la décima parte de sus ingresos y poseemos menos de la centésima parte de los bienes mundiales.
La Organización Panamericana de la Salud estableció que del 45% al 60% de los homicidios contra mujeres se realizan dentro de la casa y que la mayoría de estos homicidios son cometidos por sus cónyuges.
Los intentos de suicidio son 12 veces más frecuentes entre mujeres que han sufrido violencia, que las que no la han tenido.
El Centro de Mujeres Violadas de Ciudad de México, constató que el 15% de las mujeres que solicitaron ayuda quedaron embarazadas como consecuencia de violación.
Entre el 25 y el 50% de las mujeres de América Latina y el Caribe, dependiendo del país al que pertenezcan, son víctimas de alguna forma de violencia doméstica, reporta el BID.
Anualmente se pierden 11 mil millones de dólares de la economía global debido al trabajo no remunerado realizado por mujeres, como el trabajo doméstico, el cuidado de los niños, el trabajo agrícola y de otros tipos.
El sueldo de las mujeres es menor que el de los hombres en trabajos similares en todos los países. En promedio es de 30 a 40 por ciento menor.
El sector agrícola es la actividad donde se emplea un mayor número de mujeres.
A las mujeres se les sigue segregando en carreras consideradas masculinas especialmente en las áreas científicas y tecnológicas.
La inscripción de niñas en la escuela primaria ha alcanzado paridad con la de los niños en la mayoría de los países, exceptuando África y Asia.
En promedio, a la edad de 18 años, las jóvenes han recibido 4.4 años menos de educación que los jóvenes.
A nivel mundial, una de cada nueve mujeres es elegida para un cargo político.
En más de 100 países no hay representatividad parlamentaria de mujeres.
La representatividad de las mujeres en los gobiernos es América Latina y el Caribe, 10 por ciento; África y el Medio Oriente, 3 por ciento; Asia, 5 por ciento; el este de Asia y el Pacífico, 9 por ciento; países industrializados, 18 por ciento.
Tradicionalmente, las mujeres no son consideradas en cuenta en la toma decisiones referentes a distintos conflictos bélicos, pero es a ellas a quienes se les deja la manutención de las familias.
Con frecuencia, las mujeres son víctimas de torturas, desapariciones y abuso sexual sistemático como arma de guerra. Al mismo tiempo, no tienen ninguna participación en las decisiones con respecto a conflictos regionales o internos.
En 1993, la Conferencia Mundial de Derechos Humanos de Viena no sólo reconoció que los derechos de las mujeres son derechos humanos sino que además que la violencia contra las mujeres es un problema de derechos humanos.
Al menos 60 millones de niñas, que de otro modo estarían vivas, están desaparecidas en su mayor parte en Asia, como resultado de los abortos sexo-selectivos, el infanticidio o el descuido. (Estudio de la ONU sobre el Estatus de las Mujeres, Año 2000).
Globalmente, por lo menos una de cada tres mujeres y niñas ha sido agredida física o abusada sexualmente en su vida. (Comisión de la ONU sobre la Condición de las Mujeres).
Cuatro millones de mujeres y niñas son traficadas anualmente. (Organización de las Naciones Unidas).
Más de 20 millones de mujeres y niñas africanas son víctimas de infibulación u otras formas de mutilación genital. (IESE:1994)
Un estudio en Zaria, Nigeria, reveló que el 16% de las pacientes del hospital que estaban siendo tratadas por infecciones sexualmente trasmitidas tenían menos de cinco años de edad (UNFPA).
La Organización Mundial de la Salud estima que la violencia es la principal causa de muerte para mujeres entre 15 y 44 años de edad, más que el cáncer, los accidentes de tránsito y la malaria.
Desde mediados de los noventa varios autores coinciden en que la tendencia del liderazgo femenino se evidenciaba ya en todos los planos.
Suecia es el país del mundo occidental con el porcentaje de actividad femenina más elevado. El 75% de las mujeres desempeñan un trabajo fuera de casa. Le siguen Estados Unidos, Canadá, Nueva Zelanda, Suiza y Dinamarca, con cifras que rodean el 60%.
En cuanto a desigualdad entre los sexos, los diez peores países son Egipto, Turquía., Paquistaní, Jordania, Corea del Sur, India, México, Brasil, Grecia y Venezuela, con criterios de sueldo, acceso al trabajo, al poder político, a la educación y a la salud. (Foro Económico Mundial 2005).
En los parlamentos del mundo, las mujeres ocupan en promedio el 15% de los cargos. En México se aprobó la reforma al Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales para incluir la obligatoriedad de los partidos políticos presenten sus listas de candidatos incluyendo un número no menor del 30% para cualquiera de los sexos, medida aplicada por primera vez en el 2000 y reflejó un aumento entre cada Legislatura de 6 puntos porcentuales.
Según Naciones Unidas, actualmente hay sólo 11 mujeres Jefas de Estado o de Gobierno. Y sólo tres países, Chile, España y Suecia tienen gobiernos con paridad entre los géneros.
De 860 millones de analfabetas en el mundo, dos terceras partes son mujeres, el factor destacado que impide que las mujeres aprendan a leer y escribir, es la pobreza misma.
En cuanto a 14 países de la OCDE, la última edición del reporte sobre educación, 2004, constata que en todos los países las niñas obtienen en promedio mejores resultados que los niños en comprensión escrita. Ventaja que midió la relación entre resultados obtenidos en comprensión de lectura, considerado como capital humano, y crecimiento económico, significando que si un país obtiene resultados superiores a 1 por ciento del promedio, su índice de productividad y su nivel de PIB por habitante son superiores de 2.5% y 1.5%, respectivamente al de otros países.
En 1970 sólo el 17.6% de las mujeres participaban en el mercado laboral, contra el 70% de los hombres, en 1991, aumentó a 32% contra 77.7% respectivamente, y en 2004 a 38% de mujeres contra 76% de los hombres.
El 3 de Agosto de 2006 entró en vigor en México, la Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, la cual propone un Programa Nacional contra la discriminación por razones de sexo en todas las áreas económicas, sociales, culturales, políticas y civiles. Por Ley se crea el Observatorio para la Igualdad entre Mujeres y Hombres recayendo la facultad en la Comisión Nacional de Derechos Humanos para monitorear la aplicación de esta nueva Ley.
En 1995, la Plataforma de Acción de la IV Conferencia Mundial de las Mujeres de Beijing identificó la participación plena de las mujeres en el ejercicio del poder como una de sus esferas de especial preocupación, reconociéndola como imprescindible para la consecución de los objetivos de igualdad, desarrollo y paz.
Actualmente, la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres se reconocen como piedras angulares de la lucha contra la pobreza, el desarrollo humano sostenible y, por ende, de la buena gobernabilidad.
En México, 48% de las mujeres señala que en su familia se le ha dado menor libertad que a sus hermanos varones, indica el Fondo de Naciones Unidas para la Mujer (Unifem) y el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación.
En zonas rurales y entre la población sin escolaridad se registra mayor discriminación, ya que 16% de las mujeres y 26% de los hombres creen que no es necesario invertir en la educación de las hijas "porque luego se casan".
En la mitad de los hogares mexicanos la mujer se siente discriminada porque es la única que realiza tareas domésticas sin la ayuda de varones y una de cada tres dice que es obligada a atender a sus hermanos, señala un análisis hecho por el Fondo de Naciones Unidas para la Mujer y el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación.
La primera mujer presidenta de un gobierno fue Sirimavo Bandaranaike, dirigente del Partido de la Libertad de Sri Lanka, que llegó al poder el 21 de julio de 1960.
La primera mujer presidenta, elegida democráticamente en Latinoamérica, fue Violeta Barrios de Chamorro en Nicaragua 1990-1996.
Michelle Bachelet Jeria se transformó el 11 de marzo de 2006 en la primera mujer presidenta de la República de Chile y ejercerá su cargo hasta el 11 de marzo de 2010.
En la rica Europa, otra mujer, Angela Merkel, dirige los destinos de Alemania. Sólo han transcurrido 16 años desde la caída del muro y una alemana oriental es la canciller de los alemanes unificados. Esta mujer ha salido airosa de cuantas zancadillas le han propinado propios y extraños.
La investigación de Ana Buquet, Jennifer A. Cooper, Luis Botello e Hilda Rodríguez, publicada en la Gaceta de la UNAM destaca que:
La participación de las mujeres en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), tanto a nivel académico como administrativo, ha mostrado un notable y constante incremento al pasar de un 35 por ciento de alumnas en licenciatura en 1980 a un 52 por ciento en 2005.
La población estudiantil femenina en el periodo 1980-2005 mostró un notable incremento, lo cual significa la reducción relativa de la presencia masculina y una disminución en números absolutos.
El total de mujeres en UNAM expresa equidad en la matrícula, aunque no de manera uniforme, pues en el posgrado se observa una importante disminución que refleja la dificultad para continuar sus estudios cuando se asumen responsabilidades que tienen que ver con el matrimonio y la maternidad.
Entre las licenciaturas que mostraron un aumento notable de mujeres destacan contaduría, médico cirujano, psicología, medicina veterinaria, arquitectura y economía, mientras que derecho, cirujano dentista, administración y química farmacéutica continúan siendo del dominio masculino.
Por área de estudio se observa una intervención mayor de mujeres en ciencias biológicas y de la salud, en humanidades y artes, así como en ciencias sociales.
Otro dato relevante es que las mujeres obtienen mejores calificaciones que los hombres, pues la media del promedio general en las estudiantes es de 8.2, y de 7.8 en los varones.
Respecto a la titulación, el estudio revela que de cada 10 titulados en Ciencias Biológicas y de la Salud 7 son mujeres y 3 hombres; en Humanidades y Artes, así como en Ciencias Sociales 6 son féminas y 4 varones; mientras que en Ciencias Físico-Matemáticas hay 2 mujeres y 8 hombres.
Cabe destacar que la investigación, da cuenta de un notable incremento de la participación de las mujeres en la máxima casa de estudios, y aunque en algunas áreas sigue existiendo un porcentaje mayor de hombres, estas cifras se han ido modificando con el paso de los años.
Lo que se publicó:
Liliana AlcántaraEl UniversalViernes 02 de febrero de 2007
A partir de este viernes entra en vigor la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, a través de la cual se faculta a los Ministerios Públicos para que otorguen órdenes de protección a las víctimas de agresiones cuando se ponga en riesgo su integridad física y emocional.
Algunas de esas órdenes serán la desocupación del domicilio conyugal por parte del agresor y la prohibición a éste para que se acerque al domicilio, lugar de trabajo o de estudios de la víctima.
Una novedad en la ley es que se tipifica la "violencia feminicida" y la Secretaría de Gobernación podrá declarar una "alerta de violencia de género" cuando en un territorio determinado los delitos contra la vida, libertad, integridad y seguridad de las mujeres "perturben la paz social".
También establece la creación de un Banco Nacional de Datos sobre Casos de Violencia contra la Mujer que tendrá que elaborar la Secretaría de Seguridad Pública.
Sin embargo, la presidenta de la Comisión de Equidad de la Cámara de Diputados, Marisela Contreras, dijo que esta ley se enfrenta a un obstáculo porque se carece de presupuesto para llevar a cabo al menos esta última medida.
A su vez, la diputada panista y vicepresidenta de la Cámara de Diputados, María Elena Álvarez, indicó que uno de los aspectos técnicos que deberán perfeccionarse en la ley es el relacionado con la forma como debe comprobarse la violencia, pues reconoció que las víctimas tienen dificultades para recabar las pruebas que son necesarias para iniciar un proceso judicial en contra del agresor.
La Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia se aprobó el 19 de diciembre pasado en el Senado de la República con 106 votos a favor y uno en contra, el del diputado panista Ricardo García Cervantes, quien argumentó que el artículo 22 de esta ley era contrario a la Constitución, pues otorga facultades a la Secretaría de Gobernación que competen sólo al Congreso. La ley considera que los tipos de violencia contra la mujer son la física, emocional, económica y sexual, pero añade una más que no estaba incluida en ningún otro código penal y civil y que la llama violencia patrimonial. A esta la define como cualquier acto u omisión que afecta la supervivencia de la víctima.





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