miércoles, abril 06, 2011
HOY, TODOS A LA ALAMEDA ZARAGOZA
Hoy, 5 pm, Fuente del Pensador, Alameda Zaragoza, Torreón, cita contra la barbarie de estos tiempos. Ya circulan algunas dudas acerca de la eficacia de estas manifestaciones; los malos de la película esperan que estas dudas cundan y nos paralicen. No hay que darles la razón, hay que sumarnos a la cruzada nacional contra el horror de la inseguridad.
Todos somos, aquí, necesarios. Traigo, para tratar de convencerlos, unas palabras de Zitarrosa y su inmortal "Guitarra negra": "Hago falta. Siento que la vida se agita nerviosa si no comparezco, si no estoy. Siento que hay un sitio para mí en la fila, que se ve ese vacío, que hay una respiración que falta, que defraudo una espera. Siento la tristeza o la ira inexpresada del compañero, el amor del que me aguarda lastimado. Falta mi cara en la gráfica del pueblo, mi voz en la consigna, en el canto, en la pasión de andar, mis piernas en la marcha, mis zapatos hollando el polvo. Los siete ojos míos en la contemplación del mañana. Mis manos en la bandera, en el martillo, en la guitarra, mi lengua en el idioma de todos, el gesto de mi cara en la honda preocupación de mis hermanos".
Un poco de solidaridad, nuestra sola presencia, es lo que se nos pide. Realmente es nada frente al enorme dolor de miles de familias mutiladas, frente al sacrificio de miles de hombres y mujeres que han perdido sus empleos, frente a todos los que hemos sido despojados de la tranquilidad indispensable para trabajar y convivir. Nos vemos pues en la Alameda, queridos amigos laguneros. Todos somos necesarios más allá de banderas políticas, religiosas, morales, económicas y culturales. Aquí nadie está de más. jmv
Todos somos, aquí, necesarios. Traigo, para tratar de convencerlos, unas palabras de Zitarrosa y su inmortal "Guitarra negra": "Hago falta. Siento que la vida se agita nerviosa si no comparezco, si no estoy. Siento que hay un sitio para mí en la fila, que se ve ese vacío, que hay una respiración que falta, que defraudo una espera. Siento la tristeza o la ira inexpresada del compañero, el amor del que me aguarda lastimado. Falta mi cara en la gráfica del pueblo, mi voz en la consigna, en el canto, en la pasión de andar, mis piernas en la marcha, mis zapatos hollando el polvo. Los siete ojos míos en la contemplación del mañana. Mis manos en la bandera, en el martillo, en la guitarra, mi lengua en el idioma de todos, el gesto de mi cara en la honda preocupación de mis hermanos".
Un poco de solidaridad, nuestra sola presencia, es lo que se nos pide. Realmente es nada frente al enorme dolor de miles de familias mutiladas, frente al sacrificio de miles de hombres y mujeres que han perdido sus empleos, frente a todos los que hemos sido despojados de la tranquilidad indispensable para trabajar y convivir. Nos vemos pues en la Alameda, queridos amigos laguneros. Todos somos necesarios más allá de banderas políticas, religiosas, morales, económicas y culturales. Aquí nadie está de más. jmv