viernes, enero 09, 2009
"NO ES TIEMPO"
El Senador Guillermo Anaya Llamas dijo que no es tiempo de pensar en aspiraciones políticas ya que está dedicado a su actividad legislativa.
Al rechazar que tenga diferencias personales con el alcalde, justificó que no asistió a su informe, el sábado pasado, debido precisamente a su labor como Senador.
Sin embargo, hoy acompañó al Delegado Estatal de la Secretaría de Desarrollo Social, Luis Fernando Salazar Fernández, en un acto de entrega de apoyos a adultos mayores.
Guillermo Anaya expresó que el alcalde “hace su trabajo” como presidente municipal y que en todo caso no se ha puesto la camiseta partidista, sino la de ciudadano torreonense.
“La ciudadanía juzgará su labor como alcalde”, expresó.
El funcionario eludió reconocer sus aspiraciones políticas señalando que “no es tiempo” y que está avocado a su trabajo en el Senado.
En cambio, sí reconoció que en 2009 se presenta un panorama sumamente difícil para el PAN, considerando los resultados de la elección de diputados locales y tomando en cuenta también la situación interna del blanquiazul.
Consideró que su partido nunca ha tenido elecciones fáciles, sino todo lo contrario.
Dijo que al PAN, le cambió la situación el 19 de octubre pasado, luego de que venía registrado un repunte en los resultados electorales.
Ahora hay una “desorganización interna”, que hace más difícil retomar el camino de éxitos que se tuvieron en los últimos años, afirmó.
Sin embargo expresó su confianza en que el panismo torreonense y coahuilense sepa hacer lo necesario para salir adelante.
Anaya Llamas consideró que difícilmente tendría éxito la iniciativa del Congreso Local, que presentó el gobernador Humberto Moreira Valdés, para que en el país se restablezca la Pena de Muerte.
“En primer término porque los ciudadanos no tienen confianza en las instancias judiciales y en segundo porque prevalece la impunidad, no se detiene a los secuestradores, a quienes va dirigido este endurecimiento de los castigos”, expresó. Observó que hay tratados internacionales, en los que México se ha comprometido y también hay acuerdos de los gobiernos estatales para respetar la vida humana, por muy cruel que haya actuado el delincuente.
Al rechazar que tenga diferencias personales con el alcalde, justificó que no asistió a su informe, el sábado pasado, debido precisamente a su labor como Senador.
Sin embargo, hoy acompañó al Delegado Estatal de la Secretaría de Desarrollo Social, Luis Fernando Salazar Fernández, en un acto de entrega de apoyos a adultos mayores.
Guillermo Anaya expresó que el alcalde “hace su trabajo” como presidente municipal y que en todo caso no se ha puesto la camiseta partidista, sino la de ciudadano torreonense.
“La ciudadanía juzgará su labor como alcalde”, expresó.
El funcionario eludió reconocer sus aspiraciones políticas señalando que “no es tiempo” y que está avocado a su trabajo en el Senado.
En cambio, sí reconoció que en 2009 se presenta un panorama sumamente difícil para el PAN, considerando los resultados de la elección de diputados locales y tomando en cuenta también la situación interna del blanquiazul.
Consideró que su partido nunca ha tenido elecciones fáciles, sino todo lo contrario.
Dijo que al PAN, le cambió la situación el 19 de octubre pasado, luego de que venía registrado un repunte en los resultados electorales.
Ahora hay una “desorganización interna”, que hace más difícil retomar el camino de éxitos que se tuvieron en los últimos años, afirmó.
Sin embargo expresó su confianza en que el panismo torreonense y coahuilense sepa hacer lo necesario para salir adelante.
Anaya Llamas consideró que difícilmente tendría éxito la iniciativa del Congreso Local, que presentó el gobernador Humberto Moreira Valdés, para que en el país se restablezca la Pena de Muerte.
“En primer término porque los ciudadanos no tienen confianza en las instancias judiciales y en segundo porque prevalece la impunidad, no se detiene a los secuestradores, a quienes va dirigido este endurecimiento de los castigos”, expresó. Observó que hay tratados internacionales, en los que México se ha comprometido y también hay acuerdos de los gobiernos estatales para respetar la vida humana, por muy cruel que haya actuado el delincuente.