NOTI-SNTE SECCIÓN 35

Los dirigentes del SNTE como pocas veces en la historia reciente de Puebla están contra las cuerdas, no saben como resolver el conflicto que ellos mismos provocaron. Como parte de esa desesperación dos importantes enviados del sindicato visitaron la tarde del miércoles al secretario de Desarrollo Social, Javier López Zavala, para pedirle ayuda y se convierta en el mediador en la solución de la rebelión magisterial.
Los enviados del SNTE eran el diputado local Gustavo Espinosa Vázquez y Sanjuana Cerda Franco, quien es el brazo derecho de Elba Esther Gordillo Morales.
Ambos buscaron a Zavala por órdenes superiores del SNTE y lo que llama la atención, es que ambos adoptaron una actitud de pedir ayuda, pero sobre todo de contradecir la posición pública que el líder nacional del sindicato, Rafael Ochoa Guzmán, ha sostenido como causa del conflicto magisterial.
Mientras Ochoa insiste en sostener que el gobierno del estado está atrás de la inconformidad magisterial; Espinosa y Cerda le habrían dicho a López Zavala que aunque se ha mencionado insistentemente que él está financiando las movilizaciones de la disidencia, ellos saben que él ha estado al margen del conflicto.
En todo caso a quien si responsabilizaron de no haber actuado a tiempo para evitar que el conflicto creciera, fue al secretario de Gobernación, Mario Montero, quien dio muestras de poca capacidad para intervenir en un conflicto como el que están protagonizando miles de profesores de distintas regiones del estado.
Las cosas no terminaron ahí. Los dos representantes del SNTE también deslindaron a Cutberto Cantorán Espinosa y Gonzalo Amador Juárez Uribe, quienes fueron secretarios generales del SNTE 23, fueron expulsados del sindicato y son personajes cercanos a Javier López Zavala. Dijeron que ellos no están tampoco atrás de las protestas.
Esa última aclaración contradice el discurso de los dirigentes SNTE, quienes dicen que Cantorán y Amador han encabezado, con el aval del gobierno del estado, los esfuerzos para construir una alianza de organizaciones y sindicatos independientes interesados en luchar en contra de Elba Esther Gordillo.
Aunque parezca inaudito, Espinosa le expresó a López Zavala que saben quienes son las cabezas del movimiento disidente y son maestros agraviados con problemas que se generaron hacia el interior del sindicato.
Digo que resulta inaudito que el legislador haga esa confesión ya que él es el principal responsable del conflicto magisterial en lo que se refiere a la sección 51 del SNTE, ya que cuando fue dirigente solapó la venta ilegal de plazas, nunca aclaró una serie de supuestos fraudes con los seguros de vida de docentes y cuando se fue, misteriosamente dejó de funcionar bien el Fondo de Ahorro del sindicato, el cual tenía un capital de más de 200 millones de pesos y ahora se desconoce el monto que tiene dicho fideicomiso.
Espinosa protegió en el sindicato a una serie de profesores que no tenían otro mérito que ser compadre del entonces secretario general. Esa gente era abusiva. Algunos de ellos fueron echados de las escuelas recientemente cuando intentaron calmar la inconformidad de los docentes.
Otros, de manera poco clara, están participando entre los varios grupos que conforman la disidencia magisterial. De eso le hablé ayer en este espacio. No se sabe si están ahí por órdenes de Gustavo Espinosa o porque de plano hasta su gente acabó desconcertada de la corrupción que permitió este personaje.
La presencia de Gustavo Espinosa en las negociaciones para intentar destrabar el conflicto magisterial y sobre todo, siendo interlocutor con altos funcionarios del gobierno, es una muestra de la descomposición que priva en el sindicato de los maestros.
Si en esa organización hubiera un poco de pudor, Gustavo Espinosa ya debería estar expulsado.