martes, octubre 21, 2008

 

ENTREVISTA CON LA MAESTRA

Carlos Marín.- Usted es una gran promotora de la industria automotriz. Creo que nunca la distribuidora de Hummers donde las compró vendió tantas de un sólo trancazo, ¡59…!
Elba Esther Gordillo.- No, también soy buena para los negocios, porque comprándolas en cantidad se compran más baratas.
CM.-¿A poco pudo regatear ahí?
EEG.- Claro, en donde quiera hay que regatear, hay que ahorrar, no hay que ser dispendioso.
CM.- ¿En su epitafio cómo quisiera que se le recordara: sindicalista, reformadora, reformista, compradora de Hummers…?
EEG.- Como una mujer que yace congruente con sus ideas, con sus principios, con su sentir. Como Elba Esther que cumple.
CM.- Para mucha gente su nombre figura en la nómina de los malos de la película nacional, junto a Carlos y Raúl Salinas de Gortari, Carlos Romero Deschamps, Roberto Madrazo, René Bejarano, Carlos Ahumada, Marta Sahagún, los hermanos Bribiesca, Manlio Fabio Beltrones…
EEG.- No es fácil ver a una mujer en una posición de fuerza, en una defensa de lo que cree, en una situación de encarar de tú a tú con quien fuere las situaciones y defender particularmente sus convicciones. He lastimado intereses reales y no de fuerzas menores. Reformar no es fácil.
CM.- ¿Cree que es eso lo que provoca la animadversión que se le tiene?
EEG.- Yo creo que sí. También que sea mujer y no oculte que sí tengo fuerza, que sí tenga opinión.
CM.- Lo de las Hummer, ¿acepta que fue un exceso, un error? ¿De quién fue la iniciativa de comprarlas?
EEG.- Yo, yo soy la responsable. Yo soy. Yo soy la presidenta del Comité Nacional del sindicato.
CM.- Algo así dijo Díaz Ordaz después del 2 de octubre...
EEG.- Pero no es lo mismo: es una Hummer súper austera. Vale menos, menos que una Suburban.
CM.- Como que simboliza la ostentación, ¿o no?
EEG.- Más bien simboliza la moda. Todo mundo cree: “¡Una Hummer, ah!, pero no saben que hay de varias categorías. Pero además, si la quiere usted para una rifa tiene que ser algo que llame la atención, que atraiga, que guste. Los colores son naranjas, verdes, colores fuertes ¿Y por qué discutir lo de la Hummer y no analizar para qué la Hummer?
CM.-¿Para qué?
EEG.- Para hacer una rifa y adoptar diez escuelas, mínimo, por sección sindical.
CM.- Parece una salida que usted le dio a un regalo para los dirigentes seccionales.
EEG.- Si yo quisiera regalarles a los dirigentes sindicales, les tendría que regalar una corbata o un traje. Yo no soy nadie para regalar los recursos del sindicato. Tenemos que someterlo al consejo. En el consejo, a todos los dirigentes, cada cuatro años, se les da un vehículo, pero no para ellos, sino para el servicio de la organización sindical. Ahí está la factura, y se verá que los vehículos son patrimonio del SNTE, no de personas.
CM.- De su liderazgo.
EEG.- Yo no soy, como dicen, “líder moral”. No, yo soy líder legal.
CM.- Por ley natural y los deterioros políticos, usted dejará de ser la lideresa legal, formal o moral del SNTE. ¿Qué espera, qué le espera, qué hará? Lleva usted casi 20 años en la dirigencia, el poder es un afrodisiaco que se revitaliza, que se renueva todos los días, ¿no cree que ya debe decirle adiós a las aulas?
EEG.- ¿Y usted no se ha puesto a pensar que sufre más un rico porque anda cuidando no perder su dinero? Más o menos por ahí va. El poder es una carga terrible, es una responsabilidad endemoniada.
CM.- Eso me recuerda al cardenal Ernesto Corripio Ahumada, que me dijo una vez que sufrían más los millonetas que los jodidos, porque los jodidos no tienen qué cuidar.
EEG.- No no no. Eso ya es extremo. Yo lo que estoy diciendo es que el poder es como si uno dijera (y estira los dedos de la mano): “¡Ah!”, y todo se abre o se cierra. Pero no es cierto, es una conquista permanente. Es un justificar permanentemente. Es también sufrir, es también disfrutar, pero es una carga fenomenal. No creo en los apegos. Siempre he dicho que el desapego es fundamental, pero yo me quiero ir.
CM.-¿Qué diferencia existe entre la Alianza por la Calidad de la Educación, que suscribió con el gobierno de Felipe Calderón y los pactos, que también usted firmó con Carlos Salinas y Vicente Fox?
EEG.- Creo que ha sido un proceso para llegar a la alianza. Primero, en el gobierno del presidente Salinas, el federalismo: ellos quisieron descentralizar el sistema educativo. Con todo el respeto lo digo, quisieron pulverizarlo y nosotros defendimos un sistema nacional de educación y al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación. En aquel entonces, ante los problemas estudiantiles, que vienen desde el 68, ante una serie de dificultades de orden salarial, demandas de mis compañeros y todo, se creyó que la manera de resolver los asuntos sería pulverizando al SNTE: que cada gobernador fuera el patrón, que no hubiera un Sistema Nacional de Educación y un poco copiar el sistema estadunidense. No lo permitimos. Además, se recordarán, las reformas a la Constitución en cuanto a cierta participación de la Iglesia. A las pruebas hay que ir, se puede revisar la Constitución. Lo laico de la educación se había perdido y de las negociaciones con ese gobierno recuperamos lo laico, siendo yo secretaria general. Segundo: aceptamos el federalismo sin perder la unidad nacional de la educación y del SNTE.
CM.- De la inconformidad con la alianza en Morelos, ¿qué hace usted para resolver el problema?
EEG.- En Morelos el asunto se empezó a manejar mal y lo digo claramente.
CM.-¿El manejo del gobierno del estado de Morelos?, o cuál.
EEG.- De la Secretaría de Educación Pública. Creo que hasta yo lo propicié con un discurso, contribuí con un discurso en que descontextualizaron una frase cuando hablé de “reciclar”, de transformar las normales. Yo digo que un maestro de inglés es un maestro de inglés, una persona que habla inglés no necesariamente sabe enseñar inglés. Hay algo mal en la planeación…
CM.- Pero en Morelos, ¿cuál fue el problema? Dice usted que de la SEP, pero abonado por usted con el desatino de las normales. Supongo que usted no quiere que se conviertan en talleres de bicicletas.
EEG.- No, de ninguna manera, sino que sean opciones de desempeño pleno, de desarrollo pleno de las personas y no instituciones que vayan acumulando desempleados. Que preparen maestros en inglés, en Ciencias, en Matemáticas y, por qué no, también para técnicos en turismo súper especializado. Pero hubo un compromiso con la Secretaría de Educación, de establecer un programa amplio y fuerte de información, y no la hubo. Hacer pensar que la Alianza es única y exclusivamente lo de las plazas, a mí se me hace patético.
CM.- La izquierda mexicana no parece apetecerle, ¿qué significan para usted políticos como Cuauhtémoc Cárdenas, como Andrés Manuel López Obrador, como Manuel Camacho…?
EEG.- Yo diría que como Cárdenas, pues soy maestra, pertenezco a una corriente cardenista y “Cárdenas” me dice un símbolo, un emblema, un algo que traigo dentro. Justicia social. Como sabemos, Calles institucionaliza y Cárdenas trae un programa social. Un hombre respetable, honorable.
CM.- ¿López Obrador?
EEG.- Es alguien que se ha perdido y va a perder su oportunidad histórica porque no podemos hoy resolver los problemas con la confrontación por la confrontación. Manuel Camacho es un hombre que conoce, buen amigo, conmigo lo ha sido, pero políticamente creo que a veces sus estados de ánimo no se lo han permitido, porque ha tenido grandes oportunidades que no ha sabido aprovechar.
CM.- ¿A quién prefiere usted en la Presidencia el próximo sexenio: a Marcelo Ebrard o a Enrique Peña Nieto? ¿Y a quién ve como probable candidato del PAN?
EEG.- La verdad es que no veo a ninguno de ellos.
CM.- ¿Y a Manlio Fabio Beltrones?
EEG.- Lo veo como… líder del Senado, haciendo su trabajo.
CM.- ¿Bien o mal?
EEG.- Pues yo creo que van a sacar esta reforma y le va bien al país.
CM.- Beatriz Paredes afirma que México está a la deriva y necesita del PRI, porque dice que sabe más que ningún otro partido qué hacer con los problemas. ¿Cómo ve hoy a su ex PRI?
EEG.- (Largo silencio) Me da pena, me quedo callada porque no me gustaría opinar. Estuve allí. Pero cuando un partido tiene voces críticas, cuando un partido, a la gente que pide que se reforme, que cambie, su respuesta es expulsar (como le sucedió a ella), y cuando ha tenido a otras personas que su biografía no corresponde a los principios del partido, pues…
CM.-¿Nadie del PRI ha tratado de “rescatarla”?
EEG.- No hay de qué rescatarme. He tenido buenas relaciones con los gobernadores, con mucha gente del partido, como personas. Pero debo ser franca, de eso se trata: me duele mucho, me va a seguir doliendo como mexicana que el electorado piense que vale más lo viejo por conocido que porque tenga una opción de país.
CM.- ¿En qué está bien y en qué no Josefina Vázquez Mota, cómo la califica?
EEG.- Yo no soy nadie para calificarla. Aspiro a que la sociedad pueda verla. En términos personales, lo que puedo decir es que es una señora preparada en su manejo de relaciones públicas, una mujer que le gusta esta actividad y que, como lo dije, firmamos la Alianza. Tengo la aspiración de que las dos estemos a la altura de los tiempos para servir a la democracia…
Carlos Marín.- ¿Es el elbismo una corriente de ideas o grupos bajo su liderazgo, sus estrategias, sus modos de hacer política? De ser así, ¿dejará algo estable, importante en el sindicalismo mexicano, en su paso por el PRI o en el partido Nueva Alianza que usted creó?Elba Esther Gordillo.- No sólo creo, sino estoy convencida. He trabajado por ello. Me encantaría que algún día se vea que realmente traté de dejar huella en mi país con un tema que me importa sobre todo, que es la educación. Soy una mujer que por primera vez llega al cargo más importante en su organización, y no hay otra con el número ni con las características de mi gremio que tenga el liderazgo que tengo yo. He tratado de ser una reformadora de mi gremio; lo quise hacer en el partido en el que milité, por eso me corrieron. Hoy las hago en materia educativa, pero también ayer las hice.CM.- Pero usted está entre los malos de la película nacional…EEG.- Porque a las películas las producen otros y no uno. Y he sido sujeto de campañas de corrientes a las que no simpatizo. Al país le falta mucha cultura democrática. Ahí vamos con una democracia incipiente, pero falta democracia; con machismos muy acendrados, ancestrales.CM.-¿Acepta usted que algo en su conducta, personal y pública, contribuye a esto?EEG.- Probablemente … CM.- ¿Por ejemplo?EEG.- Encarar los problemas de cara. Normalmente, en la política se suelen hacer comentarios atrás o bajo la mesa. Yo no. Yo, el que me cae mal pues le digo: “Oye, estás mal”, en su cara, y eso genera conflictos. CM.- ¿Cómo sortea la percepción sobre su holgado bienestar económico?EEG.- Creo que en lugar de sortearla, a veces la agudizo (ríe).CM.- ¿Cómo la agudiza?EEG.- Me gusta comer bien, me gustan los vestidos, ¿por qué voy a decir que no? Pero, ¿dónde está la diferencia en lo que se es y se siente y un vestido? Yo conozco muchísima gente que tiene mil veces más que una servidora…CM.- Y no viste tan bien.EEG.- No que vistan bien: visten de mal gusto, o simple y llanamente les gusta ocultar lo que tienen. Las fachadas son muy discretas, pero uno se mete un pasito y ve enormes jardines y ve grandes coches y dispendio.CM: ¿Y usted no tiene grandes jardines ni grandes coches?EEG: No, no, no, no. La que tiene una casa cómoda, bonita, amplia en cuanto a jardines, es mi señora madre, y con mi trabajo, el trabajo de mi hermana, y con su propio esfuerzo.CM.- ¿Ha considerado hacer público su patrimonio?EEG.- Lo tengo de hecho desde hace mucho tiempo, cuando fui senadora y diputada.CM.- ¿Y no han crecido sus bienes?EEG.- Pues sí, un poco. Han subido las casas de costo, no lo niego, ¡trabajo! A ver, señor Marín: yo trabajé en los setenta en un hotel aquí, en Reforma e Insurgentes, Vista Hermosa se llamaba entonces. CM.- ¿Y había buenas propinas?EEG.- ¡Claro!: 500 en la noche. Y yo tenía un club internacional, a donde iba el señor Agustín Barrios Gómez, iban empresarios; y no me daba pena servir la mesa. Y no me daba pena atender a las señoras ricas que soltaban su abrigo para darse el gusto y ponérselos. Salía a las tres de la mañana, y de ahí salía a la escuela en Nezahualcóyotl. Salía de Nezahualcóyotl y me iba a otro empleo, al CAPFSE, a contestar un teléfono… Y pertenezco a una familia, por un lado, de gente que le gusta el estudio, los Gordillo en Chiapas, y por otra de un abuelo finquero, vendedor del alcohol que hizo dinero. Bastante…CM.- ¿Piensa postularse a algún cargo de elección en 2009?EEG.- No. CM.- ¿Cómo viven su madre y sus hijas las críticas tan frecuentes que le hacen a usted?EEG.- Mi madre vive angustiada, a veces, pero también muy orgullosa. Cuando oye cosas agradables, cuando me ve trabajar, cuando va a un evento (conmigo) se emociona. La gente en la calle me saluda bien.CM.- ¿De veras?EEG: ¡Claro! Sufro con los medios de comunicación. CM.- ¿Los medios?EEG: Sí, bueno, los periódicos…CM.- Usted lidera el mayor sindicato de México, y tengo entendido que todos los del magisterio en América Latina; es cabeza de un grupo político; apoyó la creación de un partido; algunos de sus amigos o de sus cuadros trabajan para el gobierno de Felipe Calderón, ¿cómo vive tanto poder que parece dejar chiquito a cualquier secretario de Estado?EEG.- Lo que yo puedo decir es que mi pasión, mi grupo, o mi equipo y todo, es la organización cívica, y tengo amigos que hacen política. Yo estoy comprometida para las reformas; me comprometí desde que me fui de coordinadora (de la bancada del PRI en el Cámara de Diputados). Y cuando se vinieron los debates, las discusiones de la reforma, se movieron oposiciones interesadas al interior del partido donde militaba. Esto hizo que algunos diputados y una servidora formáramos algo que se llamó Fuerza Reformadora, con gente que destacó: Miguel Ángel Yunes, Roberto Campa, el licenciado Francisco Yañez. Cuando llegamos al cambio del gobierno y hubo posibilidad de platicar con el presidente Calderón, yo me atreví a promover a estas personas, pero no quiere decir que ellos estén subordinados a mí.CM.- Y su yerno en la Secretaría de Educación…EEG.- Y Fernando también, no lo quiero eludir: Fernando González, que se puede demostrar que como maestro lo está haciendo magníficamente. CM.- ¿La Iglesia en manos de Lutero...EEG.- Yo diría que el tercero constitucional en manos de liberales. CM.- Cuando se habla del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, ¿a cuántas personas nos estamos refiriendo?EEG.- A un millón 350 mil, aproximadamente.CM.- ¿Y cuando se habla de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, la disidente de su dirigencia?EEG.- Más o menos de unas 50, 60 mil… CM.- Sus lecturas, sus temas, sus autores, sus aficiones musicales, sus gustos artísticos.EEG.- Benedetti. Y me gusta el blues. Me gusta todo, depende del estado de ánimo. Me gusta el tango y cuando estoy en un plan romántico, los boleros. Y me encanta el baile.CM.-¿Es muy enamorada?EEG.- No, un tanto romántica, eso sí. Pero yo creo que estoy enamorada del amor (ríe).CM.- Y esta Alianza por la Calidad de la Educación parece que va, que no hay marcha atrás, como dicen usted y Josefina Vázquez Mota.EEG.- Lo voy a decir con toda franqueza: la iniciativa de la Alianza es de mi organización. Lo hablamos con el Presidente de la República. Cuando hablan que por qué las alianzas, que si somos panistas, lo que no ha quedado claro es que las cosas que hablamos con el presidente Calderón es que iríamos juntos a mejorar la calidad educativa. Necesitamos que los maestros estemos pendientes de la farmacodependencia, de los problemas de violencia intrafamiliar. En nuestro país no hay instituciones educativas para niños de alta inteligencia, o niños de lento aprendizaje que a veces no son “retrasados mentales”, sino que faltan algunos estímulos para que ese niño dé lo que tiene que dar…CM.- Los profesores del movimiento de Morelos, ¿son profesores que usted definiría como desinformados, o manipulados?EEG.- Hay maestros en ese movimiento que realmente están siendo sorprendidos por corrientes políticas que no necesariamente están preocupadas por la educación. Además, está comprobado y no dicho por mí, sino por las instituciones que competen, hay una realidad que no la podemos ocultar: la corrupción de las autoridades y de las dirigencias sindicales en determinado nivel. En los setenta y ochenta, heredar al hijo la plaza fue una “conquista”, y así eran los tiempos.CM.- Y también dirigentes que las mercaban. EEG.- Y hacían todo. Era un desorden. Esto lo fuimos viendo, pero cada día se fue corrompiendo, y corrompiendo más.CM.-¿Qué le dice el 68? ¿Qué piensa de la rebeldía?EEG.- Libertad...CM.- ¿Usted llora?EEG.- Mucho. De veras, pero no ante usted; a solas con usted tal vez, pero ante esto (señala las videograbadoras). Pero le voy a regalar una imagen bonita: Elba Esther sabe querer, sabe llorar y, como usted, tiene todas las necesidades del mundo…





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