miércoles, octubre 01, 2008
2 DE OCTUBRE NO SE OLVIDA
Cronología del movimiento
Año 1968
2 de octubre: estudiantes convocan un mitin en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco para exigir más libertades políticas. Corean consignas como “No estamos todos, faltan los presos”, “queremos escuelas no balas”, “gobierno represor que matas estudiantes” y “queremos democracia”. La plaza se llena de efectivos policiales y militares. Los helicópteros sobrevuelan la multitud. Una unidad especial, el Batallón Olimpia, se ubica en uno de los edificios. Los funcionarios comienzan a disparar... Según las cifras oficiales, murieron 30 personas, pero de acuerdo con organizaciones de derechos humanos fueron 300. Días posteriores, la prensa publica la explicación del gobierno: “El gobierno actuó apegado a la Constitución”. El país es gobernado por Gustavo Díaz Ordaz, quien estará en la presidencia hasta 1970. Al mando de la secretaria de la gobernación (Ministerio del Interior) está Luis Echeverría, quien será el sucesor de Díaz Ordaz en la presidencia de México.
Década de los 90
Durante años, sucesivos gobiernos del Partido Revolucionario Institucional (PRI) omitieron investigar la masacre, pese a la presión que ejercieron organizaciones de derechos humanos. En 1993, se constituye un grupo de intelectuales y políticos que piden el esclarecimiento de lo ocurrido. Entre ellos se encuentra la escritora Elena Poniatowska. 2 de octubre de 1997: el parlamento dicta una resolución, a partir de la cual se crea la Comisión Especial 68. Los legisladores piden al gobierno que se les permita acceder a los archivos vinculados con la matanza. Sin embargo, hay resistencia de los ministerios de Defensa e Interior. 3 de febrero de 1998: Luis Echeverría comparece ante la comisión legislativa, niega cualquier responsabilidad en la matanza y declara que el Ejército había actuado por órdenes de Díaz Ordaz.
Año 1968
2 de octubre: estudiantes convocan un mitin en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco para exigir más libertades políticas. Corean consignas como “No estamos todos, faltan los presos”, “queremos escuelas no balas”, “gobierno represor que matas estudiantes” y “queremos democracia”. La plaza se llena de efectivos policiales y militares. Los helicópteros sobrevuelan la multitud. Una unidad especial, el Batallón Olimpia, se ubica en uno de los edificios. Los funcionarios comienzan a disparar... Según las cifras oficiales, murieron 30 personas, pero de acuerdo con organizaciones de derechos humanos fueron 300. Días posteriores, la prensa publica la explicación del gobierno: “El gobierno actuó apegado a la Constitución”. El país es gobernado por Gustavo Díaz Ordaz, quien estará en la presidencia hasta 1970. Al mando de la secretaria de la gobernación (Ministerio del Interior) está Luis Echeverría, quien será el sucesor de Díaz Ordaz en la presidencia de México.
Década de los 90
Durante años, sucesivos gobiernos del Partido Revolucionario Institucional (PRI) omitieron investigar la masacre, pese a la presión que ejercieron organizaciones de derechos humanos. En 1993, se constituye un grupo de intelectuales y políticos que piden el esclarecimiento de lo ocurrido. Entre ellos se encuentra la escritora Elena Poniatowska. 2 de octubre de 1997: el parlamento dicta una resolución, a partir de la cual se crea la Comisión Especial 68. Los legisladores piden al gobierno que se les permita acceder a los archivos vinculados con la matanza. Sin embargo, hay resistencia de los ministerios de Defensa e Interior. 3 de febrero de 1998: Luis Echeverría comparece ante la comisión legislativa, niega cualquier responsabilidad en la matanza y declara que el Ejército había actuado por órdenes de Díaz Ordaz.
"Gracias por despertarnos"
La generación mexicana de 1968 ha sido analizada por expertos de diferentes disciplinas, pero ¿cómo es percibida por sus herederos? Leticia Bahena Vázquez, una estudiante de la Universidad Nacional Autónoma de México, le dijo a BBC Mundo que al recordar a quienes estuvieron en la plaza de Tlatelolco hace 40 años, siente deseos de decir una palabra: "gracias".
"Les daría las gracias por abrirle los ojos a una sociedad tan adormecida que teníamos en ese entonces. Gracias porque nos permitieron alzar una voz entre todos los murmullos que se escuchaban. Gracias por demostrarnos que con la unidad se puede hacer más de lo que puede hacer una sola persona. Gracias por toda esa enseñanza de exigir, de salir y de defender. Gracias por despertarnos", dijo Bahena.
De acuerdo con la estudiante del octavo semestre de Sociología, hay muchas lecciones que los jóvenes mexicanos pueden extraer del movimiento del 68.
"Los jóvenes le dieron una lección a la sociedad adulta, que ya estaba enfrascada en un conformismo, en un: 'las cosas son así y no se puede hacer nada', en la apatía. Creo que lo que hay que aprender de ellos es el sentimiento de unidad. En el 68 se unieron jóvenes de todos lados, no sólo de la UNAM o del Politécnico, que son las universidades públicas", indicó la joven de 25 años.
Para Bahena, también se debe retomar el idealismo que caracterizó esa época. La convicción de que se debe luchar por "lo que uno cree y piensa que es correcto".
El reto de los jóvenes del 68 era el de enfrentarse a un gobierno autoritario y exigir democracia y más libertades.
Igualdad
¿Cuáles son las luchas de tu generación? le preguntamos a la estudiante.
"Esa democracia que pedían fue hace 40 años y a la fecha no la hemos visto del todo. Nos han estado dando probaditas. Yo creo que (se debe) exigir más que democracia, yo creo (se debe exigir) justicia e igualdad".
Para Bahena, la movilización estudiantil del 68 fue clave para la transformación política de su país.
"Fue muy importante porque desde ese entonces se sentaron las bases de saber que la sociedad organizada podía manifestarse".
Sin embargo, algunos de los jóvenes del 68 pagaron con sus vidas su heroísmo.
"Desafortunadamente, en México se han tenido que lograr muchos avances y muchas cosas por medio de fenómenos dolorosos y lamentables".
Sólo, explica la estudiante, para que el gobierno se detenga y se de cuenta de la realidad que vive el país.
"En este país es necesario que pasen cosas así para que se pueda enfocar", señaló Bahena.
La generación mexicana de 1968 ha sido analizada por expertos de diferentes disciplinas, pero ¿cómo es percibida por sus herederos? Leticia Bahena Vázquez, una estudiante de la Universidad Nacional Autónoma de México, le dijo a BBC Mundo que al recordar a quienes estuvieron en la plaza de Tlatelolco hace 40 años, siente deseos de decir una palabra: "gracias".
"Les daría las gracias por abrirle los ojos a una sociedad tan adormecida que teníamos en ese entonces. Gracias porque nos permitieron alzar una voz entre todos los murmullos que se escuchaban. Gracias por demostrarnos que con la unidad se puede hacer más de lo que puede hacer una sola persona. Gracias por toda esa enseñanza de exigir, de salir y de defender. Gracias por despertarnos", dijo Bahena.
De acuerdo con la estudiante del octavo semestre de Sociología, hay muchas lecciones que los jóvenes mexicanos pueden extraer del movimiento del 68.
"Los jóvenes le dieron una lección a la sociedad adulta, que ya estaba enfrascada en un conformismo, en un: 'las cosas son así y no se puede hacer nada', en la apatía. Creo que lo que hay que aprender de ellos es el sentimiento de unidad. En el 68 se unieron jóvenes de todos lados, no sólo de la UNAM o del Politécnico, que son las universidades públicas", indicó la joven de 25 años.
Para Bahena, también se debe retomar el idealismo que caracterizó esa época. La convicción de que se debe luchar por "lo que uno cree y piensa que es correcto".
El reto de los jóvenes del 68 era el de enfrentarse a un gobierno autoritario y exigir democracia y más libertades.
Igualdad
¿Cuáles son las luchas de tu generación? le preguntamos a la estudiante.
"Esa democracia que pedían fue hace 40 años y a la fecha no la hemos visto del todo. Nos han estado dando probaditas. Yo creo que (se debe) exigir más que democracia, yo creo (se debe exigir) justicia e igualdad".
Para Bahena, la movilización estudiantil del 68 fue clave para la transformación política de su país.
"Fue muy importante porque desde ese entonces se sentaron las bases de saber que la sociedad organizada podía manifestarse".
Sin embargo, algunos de los jóvenes del 68 pagaron con sus vidas su heroísmo.
"Desafortunadamente, en México se han tenido que lograr muchos avances y muchas cosas por medio de fenómenos dolorosos y lamentables".
Sólo, explica la estudiante, para que el gobierno se detenga y se de cuenta de la realidad que vive el país.
"En este país es necesario que pasen cosas así para que se pueda enfocar", señaló Bahena.