viernes, mayo 30, 2008
PRIMERA PARTE PARA NOSOTROS
Tal parece que Santos Laguna ya debe empezar a descorchar las botellas de champaña. Los de la Comarca se llevaron anoche en el estadio Azul ventaja de 2-1 sobre La Máquina, en el compromiso de ida de la final del torneo Clausura 2008.
La derrota obliga ahora a los Cementeros a vencer por diferencia de dos goles a los Guerreros en el encuentro de vuelta, el próximo domingo en el Corona, si desean alzarse con el ansiado título del futbol mexicano.
Ni de milagro Santos pudo inquietar la meta de los anfitriones en la parte inicial. El portero Yosgart Gutiérrez prácticamente se convirtió en un espectador más, porque los temibles Vuoso, Benítez, Ludueña y compañía, como que pisotearon su prestigio al no crear una acción de peligro.
En ese periodo sólo brilló el azul. Lamentablemente para ellos únicamente pudieron capitalizar una oportunidad de gol. Fue al minuto 17, cuando Carlos Bonet apareció bien por el fondo del sector derecho, envió un centro directo al área y remató con la cabeza Nicolás Vigneri para el 1-0.
La anotación animó en serio a los seguidores celestes y por fin el “olé, olé, olé”, “azul, azul”, cimbró el inmueble.
Cruz Azul buscó por todos los medios hacer daño, pero lo más cerca que estuvo después fue cuando, al minuto 20, Zeballos robó un balón a Estrada e incursionó en el área. Sin embargo, su disparo fue directo a las manos del portero Oswaldo Sánchez.
Al regresar del descanso la visita ya no dejó toda la iniciativa a los Cementeros. Al minuto 60 Castillo mandó un servicio desde la banda izquierda y Fernando Arce soltó un disparo impecable para vencer al portero Gutiérrez. Era el 1-1.
Los de casa trataron de recuperarse del golpe, pero no tuvieron la fuerza necesaria y cayeron en la desesperación. Además de que algunos pecaron de individualistas, como Sabah y Lugo.
El primero –al que tuvieron que recurrir de cambio, pues no estaba al ciento por ciento– buscó el gol ignorando que un compañero se encontraba mejor colocado y Lugo dio la impresión de que tenía pegado el balón a los botines.
Otros parecían que querían ganar con caídas, como Vigneri, quien después de fallar en el área, al minuto 85, provocó que viniera un ataque del Santos que terminó por arruinar la fiesta de los Cementeros, porque Christian Benítez no perdonó cuando pisó el área y fusiló a Yosgart para el 2-1.
Malestar de Markarián
Y si el técnico Sergio Markarián tenía ya motivos para no estar contento, se enojó más al ser malinterpretado en la conferencia de prensa. El uruguayo se despidió de los reporteros, pero porque vienen las vacaciones, más no porque vaya a renunciar.
Acerca del partido comentó que si hubieran concretado la mitad de las oportunidades que tuvieron, otra habría sido la historia.
No cree que esté decidido todo ni que su equipo se vaya a derrumbar anímicamente. Puntualizó que saldrán a ganar “a muerte” el próximo domingo.
El portero Oswaldo Sánchez, en tanto, señaló que quien piense que está definida la final, se equivoca. “Es una ventaja, pero no una gran ventaja”, indicó, y puntualizó que respetan mucho al Cruz Azul.
La derrota obliga ahora a los Cementeros a vencer por diferencia de dos goles a los Guerreros en el encuentro de vuelta, el próximo domingo en el Corona, si desean alzarse con el ansiado título del futbol mexicano.
Ni de milagro Santos pudo inquietar la meta de los anfitriones en la parte inicial. El portero Yosgart Gutiérrez prácticamente se convirtió en un espectador más, porque los temibles Vuoso, Benítez, Ludueña y compañía, como que pisotearon su prestigio al no crear una acción de peligro.
En ese periodo sólo brilló el azul. Lamentablemente para ellos únicamente pudieron capitalizar una oportunidad de gol. Fue al minuto 17, cuando Carlos Bonet apareció bien por el fondo del sector derecho, envió un centro directo al área y remató con la cabeza Nicolás Vigneri para el 1-0.
La anotación animó en serio a los seguidores celestes y por fin el “olé, olé, olé”, “azul, azul”, cimbró el inmueble.
Cruz Azul buscó por todos los medios hacer daño, pero lo más cerca que estuvo después fue cuando, al minuto 20, Zeballos robó un balón a Estrada e incursionó en el área. Sin embargo, su disparo fue directo a las manos del portero Oswaldo Sánchez.
Al regresar del descanso la visita ya no dejó toda la iniciativa a los Cementeros. Al minuto 60 Castillo mandó un servicio desde la banda izquierda y Fernando Arce soltó un disparo impecable para vencer al portero Gutiérrez. Era el 1-1.
Los de casa trataron de recuperarse del golpe, pero no tuvieron la fuerza necesaria y cayeron en la desesperación. Además de que algunos pecaron de individualistas, como Sabah y Lugo.
El primero –al que tuvieron que recurrir de cambio, pues no estaba al ciento por ciento– buscó el gol ignorando que un compañero se encontraba mejor colocado y Lugo dio la impresión de que tenía pegado el balón a los botines.
Otros parecían que querían ganar con caídas, como Vigneri, quien después de fallar en el área, al minuto 85, provocó que viniera un ataque del Santos que terminó por arruinar la fiesta de los Cementeros, porque Christian Benítez no perdonó cuando pisó el área y fusiló a Yosgart para el 2-1.
Malestar de Markarián
Y si el técnico Sergio Markarián tenía ya motivos para no estar contento, se enojó más al ser malinterpretado en la conferencia de prensa. El uruguayo se despidió de los reporteros, pero porque vienen las vacaciones, más no porque vaya a renunciar.
Acerca del partido comentó que si hubieran concretado la mitad de las oportunidades que tuvieron, otra habría sido la historia.
No cree que esté decidido todo ni que su equipo se vaya a derrumbar anímicamente. Puntualizó que saldrán a ganar “a muerte” el próximo domingo.
El portero Oswaldo Sánchez, en tanto, señaló que quien piense que está definida la final, se equivoca. “Es una ventaja, pero no una gran ventaja”, indicó, y puntualizó que respetan mucho al Cruz Azul.