lunes, enero 07, 2008

 

LA CULTURA LOCAL

Gerardo Moscoso Caamaño
Es difícil describir lo que significa vivir en una sociedad cuya vida cultural agoniza. Y no es por la escasez de creadores, ni por el mediocre proyecto que tiene la Dirección Municipal de Cultura de Torreón. Es algo más que la falta de instituciones, es algo así como contemplar a un animal grande y pesado hundiéndose poco a poco en un lodazal; es la conciencia de que todo lo que tan esforzadamente ganaron las generaciones pasadas para nuestra ciudad, se está perdiendo en aras de las ocurrencias de las diferentes administraciones municipales. Icocult, Teatro Nazas, Museo Arocena y Museo Regional hacen meritorios esfuerzos por impulsar la creación y difundirla, pero son energías insuficientes. Falta un elemento aglutinante, un Consejo Municipal de Cultura, que permita generar un proyecto adecuado al tamaño de nuestra pujante ciudad para que nuestros creadores se capaciten, desarrollen y difundan. Al comienzo de la actual administración se propuso al Alcalde un Consejo Municipal de Cultura para Torreón, que fue obstaculizado por la Srta. Nava, apuntando que se trataba de un complot Priísta para destituirla, por lo que el Presidente Municipal, ante tan brillante argumentación y faltando a su palabra empeñada a los creadores, canceló el proyecto. A diferencia, en Gómez Palacio, Dgo., se acaba de formar un Consejo Municipal de Cultura, apoyado por el joven alcalde, Ricardo Rebollo y espera que se constituya oficialmente pronto. Escuché en la TV el pasado viernes a la Directora de Cultura de Torreón, Lic. Nava, hablar sobre los costos millonarios para terminar dos museos más para nuestra ciudad: El Museo del algodón, que se ubicará en el popular sector Alianza, idea original del anterior Director de Cultura, Sr. González, y el Museo de Ciencia y Tecnología, que se construirá por instrucciones del actual Alcalde, Sr. Pérez. Bienvenidos estos nuevos recintos que, lamentablemente, aumentarán la ya obesa burocracia cultural municipal, dejando para la creación un mínimo de recursos que agravará sin duda, la espantosa situación de nuestra cultura local.





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