lunes, enero 28, 2008
EN SEGURIDAD A LA DERIVA
Mario Gálvez Narro
Algo tendrá que hacer -y pronto- la autoridad municipal en materia de seguridad pública, pues es absolutamente inaceptable que la Dirección de Seguridad Pública no haya directores operativos desde hace más de un mes, sobre todo tomando en cuenta los recientes hechos de violencia que se han presentado en el municipio, que tan sólo en lo que va del año ya contabilizan media docena de ejecutados en el lecho seco del Nazas. ¿Cómo se pretende el objetivo de ser "la mejor policía del norte de México", como lo ha prometido José Angel Pérez, si en la corporación policiaca hay un manejo tan indolente e irresponsable? Uno de los subdirectores, el teniente coronel López Pedraza, renunció en diciembre presuntamente "por motivos de salud", aunque bien pudiera haber sido en protesta por el sospechoso accionar de policías preventivos en el asesinato a mansalva de 3 militares, en tanto que el otro, José Alonso Canales Alvarado, renunció quesque "porque se le acabó el permiso de seis meses que tenía en Monclova, donde trabajaba en una dependencia del gobierno del Estado.". O sea que las cuestiones operativas en la Preventiva Municipal estaban prendidas con alfileres, al grado de que la seguridad de más de 550 mil torrenenses dependía en parte de que le extendieran o no le extendieran el permiso laboral a uno de ellos en Monclova. Esto es verdaderamente el colmo de la ligereza y del valemadrismo de la autoridad municipal por la seguridad de los ciudadanos. Y tan es cierto es esto, que a más de un mes después de que causaron baja ambos subdirectores operativos los puestos siguen vacantes.Pero hay más: el hecho de que José Angel Pérez haya acudido a Monclova a reclutar a uno de los subdirectores operativos de Torreón, sólo evidencia que privilegió sus intereses político-partidistas a la hora de elegir al responsable de una área tan delicada como esa, pues evidentemente Monclova no es ejemplo de nada para Torreón, y mucho menos en seguridad pública, sin embargo como es una plaza fuerte del panismo el alcalde buscó congraciarse con los panistas monclovenses, teniendo en mira sus aspiraciones a la gubernatura, y ofreció nada menos que una subdirección operativa a un personaje que -evidentemente- desconocía la plaza y por ende el quién es quién en la delincuencia. Y todo a costa de la seguridad de los ciudadanos, lo cual sólo deja ver un accionar convenenciero (políticamente hablando) y profundamente irresponsable (en cuanto a seguridad pública) de Pérez Hernández.Y allí está también como ejemplo la importación que hizo José Angel de otro monclovense, a quien nombró nada menos que Director Administrativo de la DSPM, Hernández Hernández, cuya numerosa familia significan numerosos votos panistas para el alcalde, y que resultó ser un pillo de siete suelas pues llegó al grado de hostigar sexualmente al personal femenino de la DSPM, de extorsionar a los nuevos agentes preventivos (les exigía la mitad de su sueldo) y -lo que ya no tuvo nombre- de exigir dinero a las esposas de los policías muertos en cumplimiento de su deber para que pudieran recibir la indemnización a la que tenían derecho. Esa calaña de sujeto llegó del PAN de Monclova importado por el alcalde, y pese a sus trapacerías nunca fue sancionado y cuando se le despidió fue indemnizado como si hubiese tenido un ejemplar desempeño en la corporación.El responsable directo de este tremendo desorden en una área tan trascendental para el ciudadano común como lo es la seguridad pública, no es otro que el alcalde.Por si fuera poco la figura del titular, Alfredo Castellanos, se encuentra muy desgastada, y él ya reconoció que tiene miedo, mucho miedo, no obstante que cuenta con un cuerpo de seguridad personal que ya lo quisiera el gobernador. Y mientras los hechos de violencia van al alza y los cadáveres se siguen acumulando en el lecho seco, el alcalde sigue sin tomar decisiones, sólo viendo cómo se va deteriorando la seguridad el el municipio. ¿Para eso quería ser alcalde?.