jueves, noviembre 01, 2007
SOLIDARIDAD CON TABASCO
Mario Gálvez Narro
Más de 400 mil compatriotas enfrentan hoy en Tabasco la peor catástrofe de que se tenga memoria en la entidad y, sin duda, una de las peores que se hayan presentado en la historia del país. !70 por ciento del territorio tabasqueño se encuentra bajo el agua!. El impacto que este monumental desastre tiene -y tendrá- en ámbitos humano, económico, sanitario y ecológico es inimaginable. El gobernador Andrés Granier comparaba la terrible situación de Villahermosa con la de Nueva Orleans en 2005 a consecuencia del huracán Katrina. Se requerirán años para superar las consecuencias de la devastación que ha sufrido la entidad. El costo de los daños materiales es inmenso, sin duda de decenas de miles de millones de pesos. Los riesgos y problemas sanitarios más graves aún están por venir, pues el agua tardará semanas o quizás hasta meses en retirarse. Para fines prácticos puede considerarse que todos los cultivos se perdieron, lo que pronto habrá de provocar no sólo un acentuado fenómeno inflacionario a nivel local, sino graves problemas de abastecimiento alimentario para cientos de miles de tabasqueños.Por ello Granier llamaba al resto del país a solidarizarse con la tragedia tabasqueña. "Necesitamos agua potable y comida instantánea, que no sea para cocinar debido a las precarias condiciones en que se encuentran la población".El tamaño de la devastación ha rebasado con creces la escasa capacidad de respuesta del gobierno estatal y del federal. Incluso el gobernador se quejaba de la escasa presencia del Ejército, que apena llega a 5 mil elementos, cuando en 1999, en otra inundación que sufrió el estado pero mucho menos dramática que la de este año, la Federación había enviado a 20 mil. El tamaño de la devastación es tan grande que Tabasco requiere de la inmediata solidaridad del resto del país. Por ello los gobiernos municipales y estatales, así como también los diversos organismos y asociaciones de auxilio de la sociedad civil, debieran iniciar cuanto antes jornadas de ayuda a los tabasqueños; organismos y gobiernos de todo el país, pero en particular de los del norte ya que su organización y capacidad de respuesta pudiera ser comparativamente mayor a los de otras entidades. Es muy simple: se requiere todo, pues más de 400 mil compatriotas perdieron prácticamente lo que tenían.Las lluvias han sido tan intensas que han provocado grandes daños en muchas carreteras, lo que agrava todavía más la dificultad de hacer llegar la ayuda recabada.Los llamados de las autoridades a que la población afectada abandone sus hogares y escasas pertenencias han sido totalmente ignorados, como era de esperarse, pues su temor es que grupos de vándalos y elementos de las propias fuerzas del orden aprovechen la situación para dedicarse libre e impunemente al pillaje y al saqueo. En Villahermosa la casi totalidad de los negocios se encuentran cerrados, y los escasos albergues rebasados por completo por la demanda. Al hacerse presente en Villahermosa para coordinar las acciones de ayuda a los cientos de miles de damnificados, el presidente Calderón fue contundente al hacer un llamado a todos los compatriotas a solidarizarse con los tabasqueños en desgracia."Hago un llamado a la solidaridad de todos los mexicanos con Tabasco. Hago un llamado a México para hacer acopio de víveres, medicinas, agua embotellada, que puedan auxiliar a Tabasco en esta situación de emergencia", dijo. Empero, no parece que haya un plan o programa de emergencia para hacer frente de manera organizada e inmediata a este tipo de desastres mayúsculos.El tamaño de la desvastación es tal, que sólo la coordinación de los gobiernos y la sociedad civil organizada puede responder con la urgencia y la magnitud que la situación requiere. Ojalá nuestras autoridades estén a la altura de las circunstancias y coordinen de inmediato la ayuda a Tabasco.
Más de 400 mil compatriotas enfrentan hoy en Tabasco la peor catástrofe de que se tenga memoria en la entidad y, sin duda, una de las peores que se hayan presentado en la historia del país. !70 por ciento del territorio tabasqueño se encuentra bajo el agua!. El impacto que este monumental desastre tiene -y tendrá- en ámbitos humano, económico, sanitario y ecológico es inimaginable. El gobernador Andrés Granier comparaba la terrible situación de Villahermosa con la de Nueva Orleans en 2005 a consecuencia del huracán Katrina. Se requerirán años para superar las consecuencias de la devastación que ha sufrido la entidad. El costo de los daños materiales es inmenso, sin duda de decenas de miles de millones de pesos. Los riesgos y problemas sanitarios más graves aún están por venir, pues el agua tardará semanas o quizás hasta meses en retirarse. Para fines prácticos puede considerarse que todos los cultivos se perdieron, lo que pronto habrá de provocar no sólo un acentuado fenómeno inflacionario a nivel local, sino graves problemas de abastecimiento alimentario para cientos de miles de tabasqueños.Por ello Granier llamaba al resto del país a solidarizarse con la tragedia tabasqueña. "Necesitamos agua potable y comida instantánea, que no sea para cocinar debido a las precarias condiciones en que se encuentran la población".El tamaño de la devastación ha rebasado con creces la escasa capacidad de respuesta del gobierno estatal y del federal. Incluso el gobernador se quejaba de la escasa presencia del Ejército, que apena llega a 5 mil elementos, cuando en 1999, en otra inundación que sufrió el estado pero mucho menos dramática que la de este año, la Federación había enviado a 20 mil. El tamaño de la devastación es tan grande que Tabasco requiere de la inmediata solidaridad del resto del país. Por ello los gobiernos municipales y estatales, así como también los diversos organismos y asociaciones de auxilio de la sociedad civil, debieran iniciar cuanto antes jornadas de ayuda a los tabasqueños; organismos y gobiernos de todo el país, pero en particular de los del norte ya que su organización y capacidad de respuesta pudiera ser comparativamente mayor a los de otras entidades. Es muy simple: se requiere todo, pues más de 400 mil compatriotas perdieron prácticamente lo que tenían.Las lluvias han sido tan intensas que han provocado grandes daños en muchas carreteras, lo que agrava todavía más la dificultad de hacer llegar la ayuda recabada.Los llamados de las autoridades a que la población afectada abandone sus hogares y escasas pertenencias han sido totalmente ignorados, como era de esperarse, pues su temor es que grupos de vándalos y elementos de las propias fuerzas del orden aprovechen la situación para dedicarse libre e impunemente al pillaje y al saqueo. En Villahermosa la casi totalidad de los negocios se encuentran cerrados, y los escasos albergues rebasados por completo por la demanda. Al hacerse presente en Villahermosa para coordinar las acciones de ayuda a los cientos de miles de damnificados, el presidente Calderón fue contundente al hacer un llamado a todos los compatriotas a solidarizarse con los tabasqueños en desgracia."Hago un llamado a la solidaridad de todos los mexicanos con Tabasco. Hago un llamado a México para hacer acopio de víveres, medicinas, agua embotellada, que puedan auxiliar a Tabasco en esta situación de emergencia", dijo. Empero, no parece que haya un plan o programa de emergencia para hacer frente de manera organizada e inmediata a este tipo de desastres mayúsculos.El tamaño de la desvastación es tal, que sólo la coordinación de los gobiernos y la sociedad civil organizada puede responder con la urgencia y la magnitud que la situación requiere. Ojalá nuestras autoridades estén a la altura de las circunstancias y coordinen de inmediato la ayuda a Tabasco.