miércoles, octubre 24, 2007
FIN DEL CONFLICTO
Mario Gálvez Narro
La ausencia del senador Guillermo Anaya en la reunión sostenida antier por el secretario de Gobierno, Homero Ramos, con el senador Ernesto Saro y el dirigente estatal del PAN, Jesús Flores Morfín, tenía una explicación de peso: sostendría una reunión privada con el propio Humberto Moreira. En efecto, el propio gobernador dio a conocer ayer que tuvo un encuentro con Anaya en el que acordaron "trabajar juntos por Coahuila y terminar con los desencuentros de los últimos días.Hablé con Anaya Llamas, aclaramos muchas cosas y llegamos a un punto de coincidencia: que tenemos que trabajar hacia delante por Coahuila". Con estas palabras se puede dar por concluído el conflicto que se vivió en la entidad a partir de las acusaciones hechas por Moreira contra "funcionarios del PAN ratas y ligados con presuntos narcotraficantes, a quienes habré de desenmascarar y no se podrá favorecer con negociaciones en "lo oscurito" como lo pretenden".Ayer, sin embargo, decía que "tenemos que seguir hacia delante y no podemos detenernos en conflictos de este tipo, porque se distrae la atención de lo que se tiene que hacer. Yo creo que los coahuilenses demandan subirnos todos a esa locomotora del desarrollo del estado, que hace que avance no solamente el gobierno, sino el estado".Si bien se cierra con estas palabras una etapa de enfrentamiento, se abre en cambio otra de confusión. Se puede considerar que, aunque hayan dicho lo contrario, ni Saro ni Anaya presentarán denuncia alguna contra Moreira.Las relaciones entre el PAN y el gobierno estatal se habrán de atemperar y volverse más institucionales. Se dio pues un giro de 180 grados a una situación de ruptura entre Acción Nacional y el gobernador.Sin embargo, aun cuando sea otro el ambiente político luego de las pláticas oficiales con Saro y con Anaya, todavía quedan diversos asuntos en cartera y algunos de ellos de suyo graves como la auditoría al SIMAS y las responsabilidades administrativas, políticas y penales que se deriven del caso del DVR, cuya demolición y reconstrucción tendrá un costo "de entre 270 a 300 millones de pesos", según el secretario de Finanzas, Jorge Torres en comparecencia con los diputados. El funcionario en realidad se quedó corto pues a ese gasto habría que sumarle el costo que tuvo la obra, de más de 200 millones, por lo que una vez que se repare será la obra vial más cara en la historia de Coahuila.¿Y los responsables? bien gracias. La acusación contra el exdirector de Caminos de la desaparecida Secretaría de Urbanismo y Obras Públicas, Manuel Gómez Parra, de ser el único presunto responsable de las fallas aparecidas en el Distribuidor Vial es una vacilada. Mayor fue la responsabilidad del extitular de la Secretaría, Jorge Viesca, y del propio exgobernador Enrique Martínez, pero contra éstos no hubo ni habrá nada. Más aún, Martínez y Martínez ya fue hasta exculpado oficialmente, aunque para la opinión pública fue el principal responsable de ese monumental y multimillonario fiasco.Pero el encuentro de Anaya con Moreira lejos de despejar dudas las acrecienta, ¿quién intervino para que éste se diera y qué va a ocurrir con las irregularidades y los desflacos en el SIMAS?.¿Habrá un radical cambio de opinión respecto a este asunto de parte del gobierno del Estado, parecido al que se dio en el trato con el PAN?. Y el Congreso del Estado, ¿qué papel jugará en el caso SIMAS y las cuentas públicas pendientes de aprobación de Anaya?Por lo visto, no sería improbable que todo se quedara en la congeladora y que no hubiese ningún resultado de todo esto, lo que confirmaría sin embargo que México es el campeón mundial de la impunidad.
La ausencia del senador Guillermo Anaya en la reunión sostenida antier por el secretario de Gobierno, Homero Ramos, con el senador Ernesto Saro y el dirigente estatal del PAN, Jesús Flores Morfín, tenía una explicación de peso: sostendría una reunión privada con el propio Humberto Moreira. En efecto, el propio gobernador dio a conocer ayer que tuvo un encuentro con Anaya en el que acordaron "trabajar juntos por Coahuila y terminar con los desencuentros de los últimos días.Hablé con Anaya Llamas, aclaramos muchas cosas y llegamos a un punto de coincidencia: que tenemos que trabajar hacia delante por Coahuila". Con estas palabras se puede dar por concluído el conflicto que se vivió en la entidad a partir de las acusaciones hechas por Moreira contra "funcionarios del PAN ratas y ligados con presuntos narcotraficantes, a quienes habré de desenmascarar y no se podrá favorecer con negociaciones en "lo oscurito" como lo pretenden".Ayer, sin embargo, decía que "tenemos que seguir hacia delante y no podemos detenernos en conflictos de este tipo, porque se distrae la atención de lo que se tiene que hacer. Yo creo que los coahuilenses demandan subirnos todos a esa locomotora del desarrollo del estado, que hace que avance no solamente el gobierno, sino el estado".Si bien se cierra con estas palabras una etapa de enfrentamiento, se abre en cambio otra de confusión. Se puede considerar que, aunque hayan dicho lo contrario, ni Saro ni Anaya presentarán denuncia alguna contra Moreira.Las relaciones entre el PAN y el gobierno estatal se habrán de atemperar y volverse más institucionales. Se dio pues un giro de 180 grados a una situación de ruptura entre Acción Nacional y el gobernador.Sin embargo, aun cuando sea otro el ambiente político luego de las pláticas oficiales con Saro y con Anaya, todavía quedan diversos asuntos en cartera y algunos de ellos de suyo graves como la auditoría al SIMAS y las responsabilidades administrativas, políticas y penales que se deriven del caso del DVR, cuya demolición y reconstrucción tendrá un costo "de entre 270 a 300 millones de pesos", según el secretario de Finanzas, Jorge Torres en comparecencia con los diputados. El funcionario en realidad se quedó corto pues a ese gasto habría que sumarle el costo que tuvo la obra, de más de 200 millones, por lo que una vez que se repare será la obra vial más cara en la historia de Coahuila.¿Y los responsables? bien gracias. La acusación contra el exdirector de Caminos de la desaparecida Secretaría de Urbanismo y Obras Públicas, Manuel Gómez Parra, de ser el único presunto responsable de las fallas aparecidas en el Distribuidor Vial es una vacilada. Mayor fue la responsabilidad del extitular de la Secretaría, Jorge Viesca, y del propio exgobernador Enrique Martínez, pero contra éstos no hubo ni habrá nada. Más aún, Martínez y Martínez ya fue hasta exculpado oficialmente, aunque para la opinión pública fue el principal responsable de ese monumental y multimillonario fiasco.Pero el encuentro de Anaya con Moreira lejos de despejar dudas las acrecienta, ¿quién intervino para que éste se diera y qué va a ocurrir con las irregularidades y los desflacos en el SIMAS?.¿Habrá un radical cambio de opinión respecto a este asunto de parte del gobierno del Estado, parecido al que se dio en el trato con el PAN?. Y el Congreso del Estado, ¿qué papel jugará en el caso SIMAS y las cuentas públicas pendientes de aprobación de Anaya?Por lo visto, no sería improbable que todo se quedara en la congeladora y que no hubiese ningún resultado de todo esto, lo que confirmaría sin embargo que México es el campeón mundial de la impunidad.