viernes, septiembre 28, 2007
LA OPINIÓN
Mario Gálvez Narro
Noventa años se dicen pronto, pero ¡Ah cómo cuesta cumplirlos!: cuesta 90 años, precisamente. Sólo hay unos cuantos periódicos en el país que se precien de tener una mayor antiguedad que La Opinión, entre otros el Excelsior, El Universal, el Diario de Yucatán y el diario de Xalapa. ingún otro periódico en el norte tiene una mayor antiguedad, aun cuando hubo otros -ya desaparecidos, desde luego- que se fundaron antes o mucho antes que La Opinión. De hecho, el primer periódico que se editó en Torreón fue el Torreon Times, un periódico en inglés editado para los colonos de la antigua Asarco, que luego derivaría en lo que es hoy Industrias Peñoles.Pero el antecedente directo de La Opinión, que fundó Don Rosendo Guerrero Carlos el 27 de septiembre de 1917, fue un diario editado en San Pedro de las Colonias llamado "La Lucha", que como es obvio estaba muy acorde con los tiempos que corrían pues fueron los años posteriores al estallido revolucionario de 1910, pero del que no se conserva ningún ejemplar.Cuando apareció el primer número de La Opinión, en Rusia todavía gobernaban los zares, la Primera Guerra Mundial estaba en su apogeo, la constitución mexicana estaba recién promulgada y la ciudad era un hervidero de revolucionarios villistas.Torreón tendría algunos 25 mil habitantes y sus linderos no llegaban más allá de lo que hoy es La Alameda.El primer ejemplar, del que todavía debe andar por allí un facsímil, tenía un tono marcadamente antiyanqui seguramente animado por la invasión de Pershing a Chihuahua y de la armada gringa a Veracruz; informaba de los "acontecimientos europeos", en particular de los crecientes desórdenes en Rusia (la Revolución Bolchevique estallaría tan solo tres semanas después a la aparición de La Opinión) y del valiente papel asumido por un sacerdote para salvar a los habitantes de un poblado en una de las entonces recurrentes avenidas del Nazas.De entonces a la fecha han pasado 9 décadas, 90 largos años, en los que este periódico ha informado con oportunidad de todo lo ocurrido en su transcurso. Por eso la hemeroteca del periódico puede y debe considerarse un patrimonio de todos los laguneros, pues en sus páginas está plasmado el acontecer diario a nivel local, estatal, nacional e internacional a lo largo de 9 decenios.Muchos hombres y mujeres, la gran mayoría de ellos hoy completamente olvidados, editaron a lo largo de todos esos años el periódico, que fue y ha sido la memoria de La Laguna, y de hecho la única que existió hasta antes de que se formara la hemeroteca de El Siglo.Pocas regiones del país e incluso del mundo pueden preciarse de tener una memoria periodística de tan prolongada data a la cual recurrir para conocer, de manera precisa, no sólo las noticias más relevantes de los años pasados, sino inclusos las modas y hasta las ofertas comerciales.Ante el peso enorme que ejercen los otros medios de comunicación , pero en particular el internet, los viejos periódicos están obligados a adecuarse a las nuevas teconologias o de lo contrario terminarán por desaparecer.Ese el el principal reto que enfrentan los diarios de todo el mundo y desde luego también La Opinión. Hay quienes suponen -sin duda equivocadamente- que los diarios de papel desaparecerán. El peligro de desaparecer será para los que no se modernicen ni se acomoden a las nuevas teconologías, que por fortuna no ha sido el caso de La Opinión pues fue el primer diario en internet en Coahuila y Durango.Larga vida a mi querido diario.