jueves, septiembre 13, 2007
EL CENTENARIO SEGÚN YAHIR
José Jimenez
Se ha cumplido la fecha y tal y como se anticipaba, el comité del centenario ha decepcionado terriblemente a Torreón. Después de generar una gran expectativa, los festejos nunca tomaron carácter ni personalidad, presentando resultados que se encuentran más cerca de la imbecilidad que de la grandeza y el orgullo.Pan y circo para las masas, derroches vulgares para las elites. os festejos del centenario no pueden interpretarse más que como un excesivo desperdicio de recursos del erario. ¿Cómo recordará la ciudad su centenario? ¿Cómo el concierto de Yahir? ¿Con el logotipo que excluye a 47 etnias de su estructura simbólica? Cerrar los festejos con un concierto masivo de la Banda del Recodo, refleja perfectamente el espíritu con el que se manejó el asunto: con el dinero que gastarán en ese baile, pudieron haber financiado, sin mayor problema, cinco investigaciones históricas sobre la ciudad. Pero les importó más la faramalla efímera que la herencia cultural para futuras generaciones.Los mezquinos premios que ofrecieron en certámenes artísticos locales, en nada se comparan con el costo operativo del concierto de Marco Antonio Muñiz. El dinero invertido en el show de “Los tres grandes de rock and roll” (sic), hubiera sido suficiente para que tres agrupaciones locales grabaran su demo.En general, trataron de salir librados frente a las masas, inyectándoles una buena dosis de enajenación.O que alguien me explique que tiene que ver Aleks Syntek con la historia de esta ciudad.Es lastimoso no haber visto un solo esfuerzo por mostrarle a la gente lo que en verdad es su ciudad. Nada de investigación sobre los hábitos, usos y costumbres del torreonense en su historia. Por lo tanto, ningún instrumento útil para generar identidad.Seguiremos siendo una ciudad gris, ignorante de sí misma, de su pasado y de las posibilidades hacia el futuro. Culturalmente, seguiremos siendo la ciudad que prefiere gastar en costosos eventos foráneos que invertir en la formación de talentos locales. Y eso, no creo que ni un concierto de Tatiana lo pueda compensar.