NOTI-SNTE SECCIÓN 35

Mientras el alcalde José Ángel Pérez se halla en Washington con su familia, la administración municipal navega sin rumbo.
La amenaza de una bomba en el edificio de la Presidencia Municipal, quinta en lo que va del año, ha sido lo más novedoso en los últimos días pues en el inmueble de Galeana y Matamoros no pasa nada relevante desde hace meses.
El saldo electoral del pasado 19 de octubre provocó un profundo desaliento en las filas municipales, al punto que el alcalde parece haber perdido todo interés por el mejoramiento de la ciudad.
Basta con ver el estado en que se encuentra el pavimento, el alumbrado, el abasto de agua, y la infraestructura urbana para percibir el escaso o nulo interés que hay por mejorar las cosas en la ciudad.
Ya hemos señalado en este espacio la responsabilidad que tiene la Junta de Mejoras Materiales, a cargo del priísta Juan Antonio Navarro del Río, en el pésimo estado en que se halla el pavimento, pero el responsable del municipio es el alcalde.
En estas circunstancias su viaje a la capital norteamericana no parece tener justificación alguna, y menos cuando se repara en el hecho de que están por ajustarse -o sea despedirse- más de 300 empleados y trabajadores de la administración.
¿Cuánto costará al erario municipal el viaje del alcalde, su familia y demás acompañantes -entre éstos 2 regidoras panistas-?, ¿y de qué servirá para la ciudad o para el gobierno municipal? En tiempos de vacas flacas como los actuales (flacas para la población en general, no para los políticos) el gasto público debiera ejercerse no sólo con la mayor responsabilidad, sino esperando lograr el mayor beneficio social.
De no ser así el gasto debe considerarse dispendioso. del Estado a la administración de Torreón a fin de que explique la erogación de más de 120 millones de pesos, que de acuerdo a la Contaduría Mayor de Hacienda no han sido justificados contablemente, lo que puede ser un nuevo motivo de disputa -el enésimo- entre el Ayuntamiento y el Congreso, cuyo líder Horacio del Bosque ya ha amenazado con desaforar al alcalde.
Y si a esto se añaden las auditorias al SIMAS, tanto de la anterior como de la actual administración, que a decir de algunos legisladores tienen elementos de sobra para fincar responsabilidades penales a funcionarios y exfuncionarios, el coctel resultante amenaza ser altamente explosivo; y esto, por si fuera poco, en una coyuntura económica y social sumamente delicada como es la que se tendrá a lo largo del año entrante y hasta el 2011, cuando menos.
Todo parece indicar que Pérez Hernández dejó por la paz sus aspiraciones de llegar a suceder a Humberto Moreira, pues el desgano y el desinterés han invadido a su administración.
La aprobación por parte del Legislativo del proyecto de ingresos y el presupuesto de egresos para el 2009 seguramente están sujetos a la aclaración de dudas y de pasivos tanto en la propia administración municipal, como en el SIMAS.
Y esto en un par de semanas pues el proyecto de ingresos y el presupuesto de egresos deben estar aprobados antes del 15 de diciembre.
En estas condiciones el proceso electoral federal del año entrante se ve de suyo complicado para el alcalde.
El cuatrienio no ha significado la realización de algún proyecto de obra de singular importancia en el municipio, ya que las obras más relevantes han sido realizadas por el gobierno estatal.
Incluso, hay quienes dan por sentado que el actual titular de la Secretaría de Desarrollo Regional -SDR-, Miguel Riquelme es el aspirante más fuerte para el V Distrito por parte del PRI, y quien se menciona como su más viable sustituto es el exsecretario de Gobierno, Homero Ramos Gloria.
Sería pues el tercer cambio en una dependencia que nació en medio de una gran controversia, que zanjó en definitiva la Suprema Corte pero después de meses de desgaste.
Lo cierto es que los trabajos de dicha Secretaría se han retrasado de modo considerable, afectando a decenas de miles de automovilistas y cientos de comerciantes en el bulevar Revolución.
Y al respecto cabe destacar la ausencia casi total de Obras Públicas del municipio en el desarrollo de los trabajos que lleva a cabo la SDR, no obstante que el asunto de la controversia ya es cosa juzgada.